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jueves, 29 de agosto de 2024

Poco A Poco

 Inspiración De Gracia


“No los echaré de delante de ti en un solo año, a fin de que la tierra no quede desolada y se multipliquen contra ti las bestias del campo.  Poco a poco los echaré de delante de ti hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra.”  Éxodo 23:29-30

Tú puedes recibir sanidad por medio de la oración de fe (Marcos 11:24), y muchas veces durante nuestros servicios, las personas son sanadas instantáneamente mientras los dones de sanidades fluyen. (1 Corintios 12:9)  Hay una poderosa unción corporativa operando cuando la iglesia se reúne porque Jesús dijo: “Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos.” (Mateo 18:20)  Donde está Jesús, la muerte se convierte en vida y resurrección (Juan 11:25), la debilidad se convierte en fuerza, lo poco se convierte en mucho y en Su presencia hay plenitud de gozo y deleites para siempre. (Salmos 16:11)

Si bien me encantaría que todos recibieran sanidad inmediata y completa todo el tiempo, no es necesario que tú tengas una manifestación instantánea o que sientas algo tangible en tu cuerpo para saber que Dios te está sanando.  En el momento en que participas de la Santa Cena con fe, tu sanidad ha comenzado.

La mayoría de las personas que han enviado sus testimonios de sanidad a nuestro ministerio no fueron sanadas en una reunión espectacular de oración, ni cuando un hombre o una mujer de Dios les impuso las manos.  Ellos fueron sanados gradualmente por el Señor al participar de Su conducto establecido por medio del cual recibimos Su vida y salud sobrenaturales —la Santa Cena.

Algunas veces, las enseñanzas sobre la oración de fe pueden presionarte a que creas que tienes tu sanidad completa en el momento en que oras.  Pero a decir verdad, la mayoría de nosotros no tenemos ese tipo de fe.  En cuanto a los dones de sanidades, estos operan como el Espíritu quiere (1 Corintios 12:11) y no como el hombre quiere.  Cuando se trata de la Santa Cena, no hay presión.  Cada vez que participas de ella en fe, recibes una medida de sanidad, y mejoras más y más.

A veces nos impacientamos y queremos que el Señor eche fuera de nosotros a todos nuestros enemigos a la vez.  Pero lee los versículos anteriores de Éxodo 23 y mira lo que el Señor les dijo a los hijos de Israel mientras se preparaban para entrar en la tierra prometida.  Poco a poco.  Poco a poco.

Hoy no nos enfrentamos a los heveos, hititas o cananeos como lo hicieron los hijos de Israel.  Pero nuestros enemigos pueden ser la insuficiencia renal, la leucemia o la hipertensión arterial.  Sea lo que sea, no te desanimes.  Los síntomas pueden seguir apareciendo aunque tú ya hayas participado de la Santa Cena, pero sigue participando de ella.  La manifestación de tu sanidad se acerca.  El enemigo está siendo echado fuera de tu vida.  Tu sanidad puede no estar produciéndose tan rápido como te gustaría, pero está sucediendo.  ¡Amigo mío, no te rindas!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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