Medita En
Dad gracias al Señor, porque El
es bueno; porque para siempre es Su misericordia.
Salmo 107:1
Una vez, estaba bajo una fiebre terrible.
Busqué al Señor, y Él me dijo que simplemente leyera acerca de Sus milagros de sanidad en los Evangelios. Él incluso me dijo que no me dejara envolver por la doctrina, sino que solamente me enfocara en Su gracia, Su compasión y Su voluntad
de sanar a los enfermos.
Adentrándome en las Escrituras, de pronto
me encontré en la presencia de mi sanador y dador de la vida. Me bañé en Su amor por mi, y vi Su bondad y Su
voluntad de sanarme mientras leía acerca de cómo Él sanó a cada persona que
vino a Él en busca de sanidad. No pasó
mucho tiempo para que la fiebre se fuera.
Amado, sin ejercicios espirituales,
sino que simplemente viendo a Jesús y Su gracia en las Escrituras, tú puedes
ser transformado a Su semejanza –la cual incluye tener Su vida de resurrección–
de forma inconsciente y sin esfuerzo!
Bendiciones,
Joseph Prince
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