Inspiración De Gracia
… así como el pecado reinó en
la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida
eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor. Romanos 5:21
Amado, aun cuando hay
muchos que son liberados por una revelación de la gloriosa gracia de Dios, hay
personas que están torciendo la Palabra de Dios hoy, diciendo que cuando las
personas están bajo la gracia, esta les hará pecar sin restricciones.
Esta es una mentira del abismo del infierno. ¡Tú no puedes estar
bajo la gracia y no ser santo más de lo que puedes estar bajo el agua y no
estar mojado! Es estar bajo la gracia lo te da el poder para vivir una
vida victoriosa. La Palabra de Dios claramente declara:
“Porque el pecado
no tendrá dominio sobre vosotros, pues
no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.” —Romanos 6:14
Cuando tú estás
bajo la gracia y no bajo la ley, el pecado NO tendrá dominio sobre ti. La
palabra “pecado” aquí es un sustantivo. Esta es la palabra griega hamartia,
que significa “no dar en el blanco”. Así que podemos decirlo de esta
manera: las enfermedades, dolencias, desórdenes alimenticios, adicciones y
cualquier forma de opresión o esclavitud (todos estos ejemplos de cómo no damos
en el blanco de Dios o de Su estándar para una vida gloriosa) no tendrán
dominio sobre ti. ¿Cuándo? ¡Cuando tú no estés bajo la ley sino bajo la gracia!
Permíteme mostrarte
cómo estar bajo la gracia te permite superar tus dificultades y vivir
victoriosamente, con un asombroso testimonio de Anna, de Iowa. Aunque
ella creció en un ambiente religioso, asistía a una iglesia carismática, pasaba
tiempo con Dios diariamente e incluso enseñaba en la escuela dominical, Anna
cayó en esclavitud, pero supo bien cómo ocultar su adicción a los cigarrillos y
la marihuana. Ella sabía que estaba dañando el templo de Dios. Se
condenaba a sí misma por ser una hipócrita y se sentía absolutamente inútil.
A lo largo de
dieciséis años de esclavitud, yo intenté muchas veces dejar mis adicciones,
¡incluyendo la época en que estuve embarazada de mis dos hermosos hijos!
Las dejé por un tiempo, pero tan pronto como di a luz, rápidamente retomé
estos hábitos porque los deseos nunca habían abandonado mi corazón.
Si bien mis
oraciones por los demás siempre han sido poderosas y efectivas, yo estaba muy
enojada con Dios porque mis oraciones por mi propia libertad parecían no ser
escuchadas, o al menos no recibían respuesta.
Luego, hace
aproximadamente un año y medio, comencé a ver el programa de televisión de
Joseph Prince a diario. También comencé a ordenar los materiales que el
Espíritu Santo me guio a buscar y meditaba en el mensaje de la gracia durante
horas todos los días, incluso bajo la influencia de cigarrillos y marihuana.
La esperanza comenzó a llenar mi corazón —no la esperanza de que pronto
yo sería libre, sino la esperanza de que, sin importar cuál fuera mi estado,
¡mi Padre NUNCA se enojaría conmigo! Su gracia fue suficiente para el
apóstol Pablo, ¡y Su gracia es suficiente para mí!
Durante mucho
tiempo, traté de ganarme las bendiciones, incluida la libertad de Dios.
Pero después de permitir que el agua de la Palabra me limpiara todos los
días, yo pude recibir Su amor, Su gracia, Su shalom y todas Sus bendiciones,
independientemente de mi comportamiento. Cada vez que usaba cigarrillos o
marihuana, yo decía: “¡Gracias Padre porque yo soy la justicia de Dios en
Cristo Jesús!” ¡Dejé de intentar dejarlo y decidí que Su gracia era
suficiente para mí!
¡Hoy, he sido
liberada de ambas adicciones! Yo no intenté dejar de fumar; simplemente
sucedió. Mi Padre celestial me quitó los deseos completamente.
Incluso cuando estoy en público y expuesta a otras personas que fuman,
¡yo no tengo ningún deseo de hacer lo mismo! Incluso ahora mismo, pensar
en esta gran libertad me hace llorar y gritar: “¡Mi Padre es TAN fiel!”
Muchas gracias por
atreverse a predicar la verdad. ¡Yo estoy muy agradecida de que Cristo, a
través de su ministerio, me ha hecho libre! ¡Es hora de que los cautivos
sean liberados en el nombre de Jesús!
Amado, lo que la
fuerza de voluntad y el esfuerzo propio no pudieron hacer, Dios lo hizo por el poder de Su gracia gloriosa. La
gracia es el poder que está por encima
de cada adicción que te está destruyendo. Solo la gracia puede darte una libertad duradera.
Viendo a través de
los ojos de la fe,
Joseph
Prince