Inspiración De Gracia
“Y nadie echa vino nuevo en
odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino y
también los odres; sino que se echa vino nuevo en odres nuevos.” Marcos 2:22
¿Alguna vez te has
preguntado a qué se refería Jesús cuando habló sobre el vino nuevo y los odres
viejos? Él se refería a la mezcla de los dos pactos.
El vino nuevo representa
el nuevo pacto de la gracia, mientras que el odre viejo representa el antiguo
pacto de la ley. ¿Has visto los odres viejos? Estos son
frágiles, duros e inflexibles. Esa es la ley. Es
inflexible. Y cuando tú viertes el vino nuevo de la gracia en el
odre viejo de la ley, perderás ambos porque el odre se arruinará y el vino se
derramará. Las virtudes de ambos, tanto del antiguo como del nuevo
pacto serán canceladas y se perderán.
Recibí una carta de
Kirsten de Florida cuya experiencia mezclando la ley y la gracia fue similar a
la de los gálatas. Cuando ella recibió su salvación a la edad de
diecisiete años, experimentó el amor incondicional por primera vez en su vida
cuando la misericordia y la gracia de Dios la inundaron.
Al principio, ella
dijo que la iglesia era toda una alegría mientras adoraban, compartían y
oraban. Pero a los pocos años, sucumbió a una mentalidad de obras y
comenzó a revisar las Escrituras para descubrir lo que ella tenía que hacer. Habiendo
perdido su alegría y su paz, ella estaba atormentada por pensamientos de “no
estar haciendo lo suficiente para Dios”.
La esperanza de
Kirsten se reavivó cuando ella se topó con uno de mis programas de
televisión. Ella dijo: “Esa pequeña chispa de esperanza más tarde estalló en llamas y me
liberó. ¡Wow! La gracia de Dios es real y no depende de
que “yo esté haciendo lo suficiente para Él”.
No más obras
motivadas por la culpa y la vergüenza que me dejaron exhausta, abrumada y
agotada. Mi paz y mi alegría regresaron multiplicadas por cien, y yo
pude relajarme y disfrutar de mi relación con Dios, mi familia y mi iglesia”.
Eso no fue
todo. Su revelación de la gracia de Dios puso una nueva paz y
descanso en su corazón de tal manera que cuando la recesión económica en 2008
arruinó financieramente a Estados Unidos y afectó a su familia, ella decidió
descansar y creer que Dios proveería para su familia.
“Yo oré una mañana
para que Dios nos diera algo ese día que se basara únicamente en Su gracia y no
en nuestros esfuerzos”, dijo ella. “¡Menos de
treinta minutos después, el antiguo empleador de mi esposo lo llamó y le
preguntó si quería recuperar su antiguo trabajo! Mi esposo ahora
gana tanto como en su mejor año antes de la recesión. ¡La gracia de
Dios es sorprendente!”
Amado, no permitas que
una mezcla de la ley y la gracia invada tu corazón y tu mente. Dios
odia las mezclas porque estas te roban la libertad, la paz y la alegría que se
obtienen al descansar en la obra terminada de Su Hijo. ¡Esta te roba
el poder de reinar en vida por medio de la abundancia de Su gracia!
No puedes poner
vino nuevo en odres viejos. Perderás ambos. Pero si tú
simplemente te enfocas y meditas en Su gracia y Su bondad hacia ti y tu
familia, como Kirsten, verás que Su gracia provee para ti abundantemente.
Viendo a través de
los ojos de la fe,
Joseph Prince
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