Inspiración De Gracia
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. Juan 1:17
¿Sabes qué hace que el
cristianismo sea único y le da el poder
para liberar a las personas de todos sus temores, pensamientos de
condenación y adicciones? Muchos de los sistemas de creencias del
mundo se rigen por códigos, reglas y leyes morales.
Pero el cristianismo es único en el sentido de
que no se trata de una lista impersonal de lo que se debe y no se debe
hacer. Se trata de tener una
relación con Dios Todopoderoso. Y es Dios trabajando en nosotros y para nosotros a través de esta relación lo que
trae transformación a nuestras vidas.
Amado, Dios
está completamente interesado en tener una relación contigo hoy. El
apóstol Juan nos dice que “la ley por medio de Moisés fue dada, pero la
gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.” (Juan 1:17)
Nota también que la ley fue dada. Esto
implica un sentido de distancia. Y en contraste, ¡la gracia vino! La gracia es personal y vino como una
persona —la persona de Jesucristo.
La ley es dura, fría e
impersonal. No se puede tener una relación con dos tablas de
piedra. Pero la gracia es
dulce y cálida. La gracia no es una enseñanza ni una
doctrina. La gracia es una persona y con una persona nosotros si
podemos tener una relación.
A Dios no le interesa la mera obediencia y
sumisión. Él es un Dios de amor
y Él anhela tener una relación íntima contigo.
Jesús vino y murió de una muerte cruel en la
cruz, pagando la deuda completa del pecado con Su propia vida, para que tú y yo
podamos reinar en la vida hoy. Su
sacrificio cumplió perfectamente
todos los requisitos de la ley en nuestro nombre. (Mateo 5:17,
NVI) Todo lo que nosotros no pudimos hacer, Él lo hizo en nuestro lugar.
Cuando tú recibes a Jesucristo como tu Señor y Salvador, eres
hecho santo y justo por Su sangre, de
una vez y para siempre. Entonces, tú puedes entablar una
relación con el Dios Todopoderoso y acercarte confiadamente a Su presencia sin
ninguna culpa, condenación o expectativa de castigo.
Verás, cuando tú has pagado tu deuda con el
prestamista por la hipoteca de tu casa, dejas de enviar los pagos mensuales
porque la deuda ya ha sido cubierta en su totalidad. Si el
prestamista te envía una carta exigiendo un pago adicional, todo lo que tú
tienes que hacer es presentar el título de propiedad de tu casa. En
el mismo sentido, ¡la deuda que tú y yo teníamos con la ley ya ha sido pagada
por nuestro Salvador, Jesucristo! ¡Aleluya!
Cuando el diablo venga a acusarte con la ley y
te muestre cómo has fallado y no has cumplido, quita la mirada de ti mismo y
señálale el pago que Jesús hizo en
la cruz. Cristo es tu título de propiedad, que es por lo cual hoy tú
eres llamado “cristiano”.
Tú no eres tuyo. Tú has sido comprado con la preciosa sangre de
Jesucristo. Su sangre, derramada por ti, es lo que hace que tu
relación con Dios sea algo seguro. ¡Y es lo que hoy te da la base
para extender tu mano y recibir tu libertad de parte de tu amoroso Salvador!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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