Inspiración De Gracia
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?” Mateo 7:7-11
Había un hombre en la Biblia llamado Jabes. Su nombre era bastante desafortunado. Significa “tristeza” porque su madre “lo dio a luz con dolor”. (1 Crónicas 4:9)
¡Vaya nombre! Pero Jabes clamó a Dios: “¡Oh, si en verdad me bendijeras, ensancharas mi territorio, y Tu mano estuviera conmigo y me guardaras del mal para que no me causara dolor!” (1 Crónicas 4:10)
Algunos predicadores afirman que los creyentes no deben hacer oraciones “egoístas” para ser bendecidos. La oración de Jabes probablemente caería bajo su definición de una “oración egoísta”, ya que esta se trataba completamente de pedirle a Dios que lo bendijera, que ensanchara su territorio, que estuviera con él y que lo protegiera.
Pero Dios no reprendió a Jabes por pedirle estas bendiciones. Sin ninguna fanfarria, la Biblia en el mismo versículo simplemente registra que “Dios le concedió lo que pidió.”
Eso fue todo. Sin drama, sin una larga lista de lo que Jabes tenía que hacer o dejar de hacer. Fue realmente así de simple. ¡Dios escuchó su oración y concedió su petición! Sin reprensión, sin instrucciones, sin “Jabes, si quieres que Yo te bendiga, primero debes hacer esto.”
No, Dios honró la fe del hombre y convirtió su tristeza enalegría y su dolor en bendiciones —¡todo porque él tenía una confianza inquebrantable en lo bueno que es Dios, así que pidió mucho!
Amigo, ten una buena opinión de Dios. Él no está tratando de atraparte. Él te ama y desea desatar Su favor en cada área de tu vida. Él ama cuando tú lo invocas. Y Él prometió que respondería cada vez que lo hicieras. Solo míralo declarándote Jeremías 33:3: “Clama a Mí, y Yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces.”
¿Será que no estamos viendo muchos milagros porque hemos hecho que pedirle a Dios cosas grandes sea un tabú, con nuestra retórica religiosa y legalista? ¿Será que simplemente no estamos viendo muchas bendiciones porque no le hemos estado pidiendo a Dios y buscándolo con una expectativa confiada de bien?
Amigo, a tu Padre celestial le da gran alegría cuando tú le pides. Es Su placer bendecirte a ti y a tu familia. (Lucas 12:32) ¡Deja de ser limitado por creencias equivocadas acerca de Dios y comienza a pedirle lo que sea que esté en tu corazón hoy!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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