Medita En
Le has hecho [al hombre] poco menor
que los ángeles, y lo coronaste [lo rodeaste] de gloria y de honra.
Salmo
8:5
Como hijo amado de Dios, redimido y
rescatado por Cristo, tú no solo estás rodeado de Su favor, sino que también
estás coronado (rodeado) de gloria y honor.
Te animo a verte a ti mismo envuelto con la misma gloria y honor que
Jesús tiene hoy a la diestra del Padre. ¡Qué
imagen para tener de ti mismo!
Mi amigo, en vez de quejarte y
sentirte deprimido por todas las comodidades que no tienes, mírate a ti mismo
rodeado de gloria y honor. Por ejemplo,
si estás buscando un trabajo, preparándote para una entrevista o anhelando una
promoción, no pierdas el tiempo preocupándote por que otros puedan estar mejor
capacitados o ser más experimentados que tú.
En vez de ello, se consciente de que hay una unción sobre ti porque la
gloria de Dios está sobre ti.
Cree que la próxima vez que entres en
una habitación, esa habitación va a iluminarse y la atmósfera va a cambiar para
mejor debido a que tú estás coronado con Su gloria y honor!
Bendiciones,
Joseph
Prince
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