Salmos
91:3
El te librará del lazo del cazador, de la
peste destructora.
Hoy en día, oímos hablar de nuevas cepas de virus que eran impensables
hace tan sólo una generación. El mundo aún
no ha encontrado cura para ellos y muchas personas tienen miedo de ser infectados
por estos virus.
Pero como creyentes, no somos del
mundo, a pesar de que estamos en el
mundo (Juan 17: 15-16). Así que, nuestra
protección no es del mundo, sino del Señor. Y cuando decimos del Señor, “Tú eres mi
Refugio y mi Fortaleza; mi Dios, en quien confiaré” (Salmo 91: 2), entonces lo que
sigue no es “tal vez”, sino que puedes estar seguro que Él te librará del lazo del cazador y de la peste
destructora.
Una pareja de nuestra iglesia puede testificar que ciertamente el Señor
libró y protegió a sus dos hijos pequeños durante un brote de Fiebre Aftosa
Humana (HFMD por sus siglas en inglés), que cobró unas cuantas vidas en
Singapur no hace mucho tiempo.
Cuando su hija de cuatro años de edad,
empezó a vomitar y a tener fiebre, la madre la llevó al médico de la
familia, quien encontró úlceras en su boca y pequeños puntos rojos en sus manos
y pies –síntomas de la HFMD. Naturalmente,
el médico le recetó medicamentos para ella.
Sin embargo, de vuelta en casa,
la niña siguió vomitando durante todo el día, vomitando todo, incluyendo
la medicina. La fiebre persistió. Sin poder hacer nada más por su hija, los
padres oraron, proclamando a Jesús como su Sanador, y tomaron la Santa Cena
muchas veces con sus dos hijos.
Esa noche, la fiebre de su hija cedió y los vómitos cesaron. Ellos continuaron haciendo del Señor su Refugio y Fortaleza. A los dos días, su hija estaba completamente
liberada de la enfermedad. Y todo esto,
mientras su hijo de seis años de edad, estaba completamente protegido de la
enfermedad infecciosa.
Amado, no necesitas tener miedo de las enfermedades mortales que pueden haber
cobrado la vida de otros. Tú no tienes
que temer que tú o tu hijo puedan ser víctimas de estas súper bacterias. Cuando el Señor es tu Refugio y Fortaleza, puedes
estar seguro de que Él te librará a ti y a tu familia del lazo del cazador,
como la gripe aviar, y de todas las pestes. destructoras!
Pensamiento
del Día
Nuestra protección no es del mundo, sino del Señor, quien nos libra del
lazo del cazador y de la peste destructora.
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