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jueves, 9 de julio de 2015

¡Tus Palabras Llevan Poder!

Eclesiastés 8:4
Puesto que la palabra del rey es soberana…
En los tiempos de la Biblia, la palabra de un rey llevaba consigo un gran poder.  Lo que él decretara, sucedería.  Sería hecho.  Por ejemplo, si él decía: “Incrementen los impuestos,”  los impuestos serían incrementados.
¿Sabes que nosotros somos reyes?  La Biblia nos dice que Jesús nos lavó de nuestros pecados con Su sangre y nos hizo reyes (Apocalipsis 1:5-6).  Y como reyes en Cristo, nuestras palabras también llevan consigo poder.
Cuando nosotros ponemos nuestras manos sobre una persona enferma y decimos: “Se sanada,”  la persona es sanada.  Cuando ponemos nuestras manos sobre nuestros hijos y decimos: “Se bendecido,” nuestros hijos son bendecidos.  ¡Hay poder en nuestras palabras porque estas son palabras de reyes!
Cuando yo era un cristiano joven, durante mi adolescencia, quería practicar lo que había aprendido acerca del poder de mis palabras.  Había esta planta particular cerca de mi casa y siempre que yo pasaba cerca de ella, le decía: “¡Se maldita en el nombre de Jesús!”
Pasaron muchos días.  Y nunca voy a olvidar el día en el que me di cuenta que, ¡las hojas de la planta se habían vuelto cafés!  Puede ser que quieras intentar hacer esto en tu casa con tus plantas cultivadas, pero, ¡mejor bendícelas en vez de maldecirlas!
Ya que tus palabras tienen poder, ¿puedes imaginar el daño que hacemos cuando decimos a nuestros seres queridos cosas como: “Siempre eres tan descuidado”, “Eres un bueno para nada” o “Eres tan estúpido”?  ¡Los estamos maldiciendo!
El Diablo es feliz cuando tú usas el poder de tus palabras contra ti mismo y contra tus seres queridos.  Él quiere verte derrotado.  Así que, en vez de decir: “Yo siempre ando corto de dinero,” di: “El Señor es mi pastor, yo no tendré falta de nada” (Salmos 23:1).  En vez de decir: “Yo soy tan inútil.  No puedo hacer nada,” empieza a decir: “Yo lo puedo todo por medio de Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).
Amado, recuerda que como rey, lo que tú dices va a suceder porque en donde está la palabra de un rey, ahí hay poder.  Así que, ¡aprende a decir lo que Dios dice acerca de ti en Su Palabra y mira Sus promesas cumplirse en tu vida!
Pensamiento Del Día

Como reyes en Cristo, nuestras palabras llevan poder.  Cuando nosotros hablamos las promesas de Dios, estas van a suceder.


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