Isaías 60:1
Levántate,
resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor ha amanecido
sobre ti.
Las personas pueden haberte dicho: “¿Por qué tienes tanta suerte?” o “Tú
te ves más joven cada vez,” o “Hay muchas malas noticias estos días, sin
embargo, parece que estas no te afectan.”
Ahora, las personas del mundo no tienen discernimiento espiritual. Ellos solo pueden dejarse llevar por tu
apariencia física, tu comportamiento y lo que te sucede. En otras palabras, si ellos notan algo
diferente en ti, es porque ellos ven la evidencia de la gloria de Dios en tu
vida —in tu vida familiar y laboral, en tu salud y tus finanzas.
Tus amigos y colegas pueden haberte dicho que tú sobresales del resto,
como si la luz directa de un reflector estuviera puesta sobre ti. De hecho, esto es así debido a que Cristo en
ti es la esperanza de gloria (Colosenses 1:27).
Cuando la gloria de Dios se ha levantado sobre ti, tus palabras llevan
peso, aún si tú no eres elocuente. Debo
saber esto bien. Yo tartamudeaba y
titubeaba cuando era un adolescente. Así
que cuando tus palabras cambian la vida de las personas, tú sabes que no eres
tú. ¡Es el Señor!
Tú no tienes que ser un estudiante de clase A o alguien capaz de hablar
el inglés de la Reina. Tú puedes ser
malhablado como el discípulo Pedro, pero cuando Dios te cambia y Su gloria se
levanta sobre ti, y tú te levantas y predicas, ¡3,000 personas se salvan!
(Hechos 2:14-41). Lo que es importante
es que Dios le da peso a lo que tú dices.
Tú puedes ser un don nadie como José, un esclavo desechado y olvidado en
una cárcel. Sin embargo, el rey más
grande sobre la tierra en ese tiempo, buscó a José para que le interpretara sus
sueños. En otras palabras, Dios te va a
dar respuestas que las personas del mundo no tienen.
Tal vez son tus manos. Cuando tú
impongas manos sobre los enfermos, ellos se recuperarán. Tal vez tu habilidad de aconsejar es tu
fortaleza, o tu habilidad de habar sobre el futuro de alguien más con una
palabra de ciencia o una palabra de sabiduría de parte de Dios.
“Y acudirán las Naciones a tu
luz, y los reyes al resplandor de tu amanecer” (Isaías 60:3). Mi amigo, cuando veas suceder esto, es porque,
¡las personas del mundo están siendo atraídas hacia la gloria de Dios, ¡que te
ha levantado!
Pensamiento
Del Día
¡Las personas del mundo están siendo atraídas a la gloria del Señor que
te ha levantado!
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