Salmos 9:5-6
No
temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la
pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace
estragos en medio del día.
Durante la II Guerra Mundial, los aviones alemanes bombardearon Londres.
Las casas fueron arrasadas. Pero hubo una que quedó de pie en medio de
los escombros. Su dueña dijo que cuando
ella leyó el Salmo 121:4, que dice: “He aquí, no se adormecerá ni dormirá
el que guarda a Israel,” le dijo ella al Señor: “Señor, ya que Tú no duermes, no tiene caso que los dos permanezcamos despiertos. Yo voy a dormir mientras Tú las cuidas.” Y lo hizo, mientras el Señor la protegía a ella y a su casa.
el que guarda a Israel,” le dijo ella al Señor: “Señor, ya que Tú no duermes, no tiene caso que los dos permanezcamos despiertos. Yo voy a dormir mientras Tú las cuidas.” Y lo hizo, mientras el Señor la protegía a ella y a su casa.
En 2005, terroristas atacaron el sistema de transporte público de
Londres. Ese día, una muchacha de
Singapur, se dio cuenta que iba tarde para el trabajo y no podría llegar a la
estación de tren a tiempo para abordar el bus de siempre. Cuando ella finalmente se acercó a la
estación, se dio cuenta que esta había sido bombardeada pocos minutos
antes. Su madre, quien alaba en nuestra
iglesia, cree que Dios protegió a su hija ese día.
Dios quiere que sepas que tú tienes protección a lo largo de todo el día
—“ No temerás el terror de la noche,
ni la flecha que vuela de día, ni la
pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace
estragos en medio del día.”
Él te protege de “el terror de la noche”, que puede referirse a males
como la violación, el secuestro o el asesinato.
Él te promete protección de “la flecha que vuela de día.” Esto se refiere también a las balas de un
tirador enloquecido, disparos al aire o cohetes hechos en casa, disparados
hacia tu territorio.
Dios también te protege de “la pestilencia que anda en tinieblas”, refiriéndose
a los virus que no puedes ver. Tú no
tienes que estar preocupado por los virus mortales que están al acecho en algún
lugar, ni preguntándote si alguna enfermedad mortal se está desarrollando en tu
cuerpo.
Dios tampoco quiere que tengas temor de “la destrucción que hace
estragos en medio del día”, como un tsunami golpeando el hotel de la playa en
la que tú te encuentras, o una bomba explotando en el centro comercial en el
que te encuentras.
¡Tú no necesitas tener temor debido a Dios, quien no se adormecerá ni se
dormirá, sino que está cuidando de ti 24 horas al día
Pensamiento
Del Día
No temas. Confía en tu Padre
celestial, quien te protege a lo largo de todo el día.
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