Romanos
8:35
¿Quién nos
separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia,
o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
El Pastor Mark, pastor de nuestras congregaciones de Hokkien y Mandarín,
solía sufrir ciertos problemas de salud antes de convertirse en cristiano. Su doctor le dijo que él tenía que estar bajo
medicación durante toda su vida. Él
también tenía una enorme deuda financiera.
Pero cuando él agarró la enseñanza de que él es amado por Dios, lo creyó
totalmente. Él también creyó que nada
puede ser mayor al amor de Dios por él.
Hoy, el Pastor Mark vive sin medicación y ha sido completamente liberado
de su deuda. Dios hizo que venciera
sobre su enfermedad y deuda, porque él no podía ser derrotado, ya que sabía que
él es amado por Dios.
La tribulación, angustia o persecución, no pueden detener que el amor de
tu Padre celestial, trabaje a tu favor.
Su amor por ti es más grande y fuerte que tus problemas financieros,
maritales y de salud. Y cuando el
corazón de Dios, de amor, se mueve por Su amado, Él abre las puertas que nadie
puede cerrar y hace un camino en donde parece que no hay.
Incluso durante los tiempos de escasez, tú nunca vas a ver al justo
desamparado. El Rey David dijo: “Yo fui
joven, y ya soy viejo, y no he visto al justo desamparado, ni a su
descendencia[a] mendigando
pan” (Salmo 37:25). ¿Podrían el hambre o
la recesión, detener al amor de Dios de proveer para Su amado? ¡No! Así que no pienses para ti mismo: “Yo
debo proveer para mi familia. Si no lo
hago, ¿quién va a hacerse cargo de ellos?
¿Cómo van a sobrevivir?” Dios
quiere que tú sepas que Su amor va a proveer abundantemente de manera continua,
para ti y tu familia.
¿Qué sobre las pestilencias mortales, como la gripe aviar, la enfermedad
de las vacas locas, los desastres naturales, como los tsunamis y terremotos, o
los atentados terroristas? Mi amigo,
estas cosas no pueden devorarte porque Su amor te protege. Tú vas a disfrutar de Su protección cuando
sepas que eres Su amado.
Debido al amor de Dios es más grande que todo el mal puesto junto, nosotros
somos más que vencedores por medio de Cristo, que nos amó (Romanos 8:37). ¡Nosotros siempre ganamos en la batalla de la
vida, no debido a nuestro amor por Él, sino debido a Su amor por nosotros!
Pensamiento
Del Día
¡Nosotros siempre ganamos en la
batalla de la vida, no debido a nuestro amor por Él, sino debido a Su amor por
nosotros!
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