Porque no tenemos un Sumo
Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha
sido tentado en todo como nosotros, peros sin pecado.
Hebreos 4:15
Imagina reunirte con el nuevo político que va a representar a tu
departamento o municipio, solo para descubrir que él no está familiarizado con
las necesidades y problemas de tu vecindario.
Seguramente te preguntarías “¿Podrá esta persona representarnos verdaderamente?
¿Sabrá algo acerca de nuestras
condiciones de vida? ¿Estará
familiarizado con el tipo de problemas que las familias de aquí están
experimentando? ¿Podría él ayudarme a
que mi hijo entre en una de las universidades de aquí?” Estoy seguro que tú preferirías a alguien que
realmente comprenda tus problemas para representarte.
De igual manera, estoy tan contento porque justamente ahora a la
diestra del Padre, nosotros tenemos a Alguien que vino como Hombre para
redimirnos y para comprender completamente las situaciones por las que el
hombre atraviesa. Cuando Jesús caminó en
la tierra, Él vivió cada emoción humana para poder identificarse con nosotros
en todo momento. Jesús es Dios, pero Él
está en la presencia del Padre como Hombre, representándonos.
Mi amigo, tú puedes sentir que nadie entiende tus
problemas. Escucha, si bien esto es
verdad para los hombres, no lo es para Jesús.
Él conoce exactamente por lo que estás pasando y Él puede simpatizar con
tus debilidades porque Él fue “tentado en
todo, según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
Ninguno de nosotros ha sido tentado en todo. Pero Dios permitió que Jesús fuera tentado en
todo para que Él pudiera entender e identificarse con las luchas de cada una de
las personas en la tierra. Él puede ser alcanzado
por nuestra humanidad —nuestras debilidades, lágrimas, decepciones,
sufrimientos… ¡todo!
No existe ninguna prueba, dificultad, problema, o tentación que
tú enfrentes, con la cual Jesús no pueda identificarse. Mi amigo, en el momento en que lo atraviesas,
justo ahí y justo entonces, Él lo siente también. ¡Esa es la clase de representante que tú
tienes en Jesús! Ese es el amor de Dios que hace que tú puedas
acercarte a Su trono de gracia (no de juicio), para hallar gracia y encontrar misericordia
cuando más las necesites (Hebreos 4:15-16).
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
Pensamiento Del Día
No existe ninguna
prueba, dificultad, problema, o tentación que tú enfrentes, con la cual Jesús
no pueda identificarse.
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