Y lo
degollará [al holocausto] al lado norte del altar, delante del Señor; y
los sacerdotes hijos de Aarón rociarán la sangre sobre el altar, por todos los
lados.
Levítico
1:11
El norte
de Israel siempre fue una fuente de mal para la nación. Fue desde el norte de Israel que la destrucción
irrumpió (Jeremías 1:14-15). Los
enemigos de Israel siempre vinieron del norte (Jeremías 6:1, 22-23). Aún hoy, el norte de Israel es territorio
ocupado por el enemigo. El norte es pues
una imagen del mal en la Biblia.
Curiosamente,
el animal para el holocausto era degollado “al lado norte del altar”. El holocausto habla de Jesús, quien se dio
a Sí Mismo como “ofrenda y sacrificio a Dios” por nosotros (Efesios
5:2). El Calvario, en donde Jesús fue crucificado, y el Jardín de la Tumba, en donde se
encuentra Su tumba vacía, están ubicados en el lado norte de Jerusalén. En otras
palabras, Jesús murió en el norte, desde donde viene el mal contra Su pueblo.
Esto
significa que la muerte de Jesús detuvo al
mal en nuestras vidas, cuando nosotros, que somos sacerdotes del Dios Altísimo (Apocalipsis 1:6), proclamamos Su sangre sobre nuestras vidas,
de la misma manera en que los hijos de Aarón rociaron la sangre del holocausto
sobre el altar, por todos lados.
Este
fue el caso de un miembro de la iglesia que estaba sirviendo en el
ejército. Él testificó acerca de cómo
Dios preservó su vida cuando una
tormenta golpeó mientras él estaba de guardia en un de las torres de su
campamento. La lluvia lo mantuvo
atrapado en la torre, que tenía una ventana con marco de metal.
De
repente, un destello brillante de color morado iluminó justo al lado de él,
impresionándolo de tal forma que casi pierde el equilibrio. Un rayo había golpeado el pararrayos en el
techo y la electricidad fue conducida por el marco de metal de la ventana,
generando el destello morado. ¡Pero la sangre de Jesús lo guardó del mal!
¡Alabado sea Jesús, cuya sangre detiene al
mal en su camino! No importa lo que
el diablo envíe a tu camino. ¡Mientras
tú estés cubierto con la sangre de
Jesús, no hay mal que pueda hacerte
daño!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
Pensamiento Del Día
La muerte de Jesús
detiene al mal en nuestras vidas cuando proclamamos Su sangre sobre nuestras
vidas.
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