Así será Mi
palabra que sale de Mi boca,
no volverá
a Mí vacía sin haber realizado lo que deseo,
y logrado
el propósito para el cual la envié.
Isaías
55:11
Hace
algunos años, tuve una condición de la piel que se rehusaba a sanar. Le hablé a Dios sobre ello y comencé a
tomar la Santa Cena creyendo y
confesando que por las llagas de Jesús yo era sano. Nada sucedió, o al
menos eso parecía.
Pero
el Señor no se olvidó de la
condición de mi piel. Un día, Él me incitó a revisar mi cuerpo para ver
si todavía estaba allí. Yo lo hice, ¡y me di cuenta de que había desaparecido! Dios
no había olvidado la Palabra que yo había confesado en fe.
Una
pareja de los Estados Unidos que había estado escuchándome predicar sobre la gracia de Dios, comenzó a tomar la revelación del amor de Dios para
ellos. Empezaron confesando su justicia en Cristo, meditando en las escrituras sobre provisión
y declarando que eran libres de deudas por
medio de la obra terminada de Jesús.
No
mucho tiempo después, la esposa llamó a la compañía hipotecaria para hacer un
pago a las dos hipotecas de su casa. Les
quedaba un total de cerca de US$80,000 por pagar. Para su total sorpresa y deleite, le dijeron que ambas cuentas estaban en un
balance a cero. ¡La compañía había perdonado ambos préstamos
hipotecarios! De hecho, Dios no se olvidó de la Palabra que esta
pareja había hablado en fe.
Tal
vez tú has compartido la Palabra de Dios con un amigo en problemas hace algunos
años. Un día te encuentras con él y él
te dice: “¿Te acuerdas de aquel día? ¡Tú
dijiste algo que transformó mi vida!” Tu
mente está en blanco porque tú has olvidado lo que dijiste. Pero
Dios no lo olvidó. Él recuerda lo que tú dijiste ese día en fe.
Verás,
si las palabras que tú confiesas en fe
para ti mismo o sobre tus seres queridos, son las palabras del Mismo Dios, Él dice: “Así será Mi palabra que sale de Mi boca, no volverá a Mí vacía sin
haber realizado lo que deseo, y logrado el propósito para el cual la envié.” Y ya que lo que se te ha prometido a ti, es
la Palabra de Dios, tú vas a ver la
manifestación de Su promesa. ¡Él ciertamente velará sobre Su Palabra,
para cumplirla! (Números 23:19).
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
Pensamiento Del Día
¡Dios ciertamente velará
sobre Su Palabra, para cumplirla!
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