Inspiración De Gracia
“Para
alabanza de la gloria de Su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el
Amado.” Efesios 1:6, RVR60
Cuando
yo era adolescente, pertenecía a un grupo de cristiano de
amistad. Nosotros cantábamos esta canción con la que tal vez estés
familiarizado. La canción decía así: “¿Estará Él satisfecho, estará
Él satisfecho, estará Él satisfecho conmigo? ¿Habré hecho mi mejor
esfuerzo? ¿Habré pasado la prueba? ¿Estará Él satisfecho
conmigo?”
Permítanme
decirles que diez de cada diez veces que cantábamos esta canción, yo siempre
creía que Dios no estaba satisfecho conmigo. Cuando
nos miramos a nosotros mismos, todo lo que podemos ver es la insuficiencia y la
inutilidad de nuestras habilidades y nuestro comportamiento. En y
por nosotros mismos, nunca vamos a alcanzar el estándar de Dios para que Él
esté satisfecho con nosotros. ¡Siempre nos vamos a quedar cortos!
Puedes
imaginar cuán condenados nos sentíamos cada vez que cantábamos esta
canción. Después de todo, nunca nos habían enseñado que Dios estaba
satisfecho con el sacrificio de Su Hijo en la cruz y nosotros no entendíamos de
qué se trataba el nuevo pacto de la gracia. Éramos jóvenes y
estábamos celosos por Dios, pero estábamos derrotados por nuestra falta de
conocimiento.
Con el
debido respeto al compositor, quien creo que tenía las mejores intenciones
cuando escribió la canción, esta canción no está basada en el nuevo pacto del
favor inmerecido de Dios. Niega la cruz y te lleva a poner el
énfasis en ti —que debes hacer tú, cómo debes comportarte tú y
qué debes lograr tú para que Dios esté satisfecho contigo.
Pero la
pregunta para hacerte hoy no es si Dios está satisfecho contigo. La
pregunta que debemos hacernos es esta: ¿Está Dios satisfecho con la cruz de
Jesús? Y la respuesta es esta: ¡Él está completamente
satisfecho!
En la
cruz se encuentra nuestra aceptación. Allí, Jesús
exclamó con Su último aliento: “¡Consumado es!” (Juan 19:30) La obra
está terminada. El castigo completo por todos nuestros
pecados fue impuesto sobre Jesús, en la cruz. Dios no volverá a
castigar al creyente, no porque Él se haya ablandado con el pecado, sino porque
todos nuestros pecados ya fueron castigados en el cuerpo de
Jesús. ¡La santidad de Dios y Su justicia ahora están de tu lado!
Hoy,
Dios no te está examinando en base a lo que tú has hecho o no has
hecho. Él te está examinando en base a lo que Jesús ha hecho. ¿Está
Dios satisfecho con Jesús hoy? ¡Sí, por supuesto que Él lo
está! Entonces, en la misma medida en que Dios está
satisfecho con Jesús, Él está satisfecho contigo.
El
propio Hijo de Dios tuvo que ser aplastado en el Calvario para que esta
bendición se hiciera realidad en tu vida. El regalo de Su favor
inmerecido y Su justicia es solo un regalo gratuito para ti hoy porque el pago
completo por este regalo fue exigido sobre el cuerpo de Jesús. ¡La
cruz marcó la diferencia! No permitas que nadie te engañe haciéndote
creer que tú debes pagar por tus propios pecados. ¡No dejes que
nadie te engañe con la mentira de que tu salvación eterna en Cristo es incierta
y vacilante!
Viendo
a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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