Inspiración De Gracia
Por
consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los
que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Romanos
8:1
No sé
ustedes, pero cuando yo leo la Biblia, me siento alentado de que el apóstol
Pablo —el apóstol pionero de la gracia que fue— enfrentó las mismas luchas con
la carne y con la condenación que tú y yo enfrentamos hoy. ¿Quién de
nosotros no puede identificarse totalmente con su grito frustrado de “…
no hago el bien que deseo, sino el mal que no quiero, eso practico…
¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte?”
(Romanos 7:19, 24) Cuando Pablo estaba luchando bajo la ley, él
fue condenado una y otra vez (puedes leer el relato de Pablo sobre su lucha en
Romanos 7).
Pero
gracias a Dios, Pablo no se detuvo allí. ¡Él continúa y nos muestra en
las Escrituras de hoy que nosotros podemos contrarrestar los ataques del
acusador porque ahora no hay condenación para los que
están en Cristo Jesús! Así es, amigo —incluso cuando hay
pecado, ahora no hay condenación para los que están en
Cristo Jesús, punto. No hay condiciones ni requisitos
previos. Jesús ya fue condenado por todos nuestros pecados. Todo se
trata de Su obra terminada y no de los esfuerzos del hombre. Él
Mismo es la respuesta al grito de ayuda de Pablo.
¡Aleluya!
Cuando
el acusador venga a condenarte por todas tus faltas, declárate a ti mismo justo a
causa de lo que Jesús hizo y a que Su sangre te limpia continuamente.
Recuérdate que el Espíritu Santo fue enviado para convencerte de tu
justicia que no depende de obras. La declaración es verdad en todo
momento, todos los días. Es verdad por la mañana. Es verdad en la
noche. Y cuando el mañana llegue, seguirá siendo verdad. ¡Actualmente
y continuamente, no hay condenación para ti porque tú estás en Cristo!
Así de
liberadora es la gracia de Dios. Un hermano llamado Jeff me escribió y me
contó cómo él había estado gravemente deprimido durante casi 10 meses, y se
volvió tan introspectivo y tan consciente de sí mismo, que tuvo ataques de
ansiedad. Él se enfocó en sus acciones y fracasos, y permitió que sus
pensamientos condenatorios definieran su identidad y su sentido de valía.
Hambriento y desesperado por recibir respuestas del Señor, él leyó la
Biblia y muchos libros de teología, escuchó sermones de varios predicadores e
investigó temas bíblicos en línea. Sin embargo, cuando él trató de
aplicar todo este conocimiento a su vida, nada de eso funcionó. Él
todavía se sentía deprimido, derrotado y sin valor.
Luego,
él descubrió el evangelio de la gracia a través de uno de mis libros, y esto es
lo que experimentó:
Pastor
Prince, la enorme carga de tratar de vivir a la altura de la ley durante casi
una década, y que me llevó a la depresión, ¡finalmente se me quitó! Yo ya
era cristiano, pero solo fui liberado de esa carga después de que descubrí el
verdadero significado de la gracia y la salvación. ¡Esto fue un cambio de
perspectiva tan simple que yo no puedo creer que no lo supiera antes! No
es nuestra capacidad para obedecer la que debe estar en nuestros pensamientos,
sino la obediencia de Cristo.
Debido
a que ahora yo sé que soy justo en Cristo y que Dios ya no me condena debido a
Jesús, ¡ya no tengo más temores porque mi enfoque ahora está
en Él y no en mí! ¡Ahora soy incluso más confiado y feliz de lo que era
antes de que la depresión iniciara!
Amado,
lo que te dará la confianza para acercarte a Dios es el conocimiento de que
hoy, Él es siempre misericordioso y Él te ve completamente justo. ¡Lo que
te hará acercarte confiadamente ante Su trono de gracia es el conocimiento de
que Él nunca te condenará porque tú estás en Jesucristo!
Alabado sea Dios, por consiguiente, no hay ahora —presente y
continuamente— ninguna condenación para los que están en
Cristo Jesús. ¡Esta es la Palabra de Dios para ti hoy!
Viendo
a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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