Inspiración De Gracia
Y
había en Listra un hombre que estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo
desde el seno de su madre y que nunca había andado. Este escuchaba hablar a Pablo, el cual,
fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo con fuerte
voz: “Levántate derecho sobre tus pies.” Y él dio un salto y anduvo. Hechos 14:8-10
¿Te has preguntado alguna
vez cómo el hombre cojo de las escrituras de hoy, que nunca había caminado, fue
lleno de fe cuando escuchó a Pablo hablar? ¿Qué palabras generaron
tanta fe?
Veamos esto de cerca en la lectura de
hoy. La Biblia solo dice que Pablo “predicaba el evangelio.”
(Hechos 14:7) No dice que él estuviera enseñando sobre sanidad
divina.
La Biblia también declara que “la fe
viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo.” (Romanos
10:17) ¡Así que, el hombre de
Listra se llenó de fe porque él escuchó la palabra de Cristo!
Sé que en la mayoría de las traducciones de la
Biblia, dice que la fe viene del oír “la palabra de Dios.” Pero
si estudias la palabra griega original para “Dios” aquí, no es Theos de
“Dios”, sino Christos de “Cristo”.
Verás, la fe no viene simplemente al escuchar
la palabra de Dios, porque la palabra de Dios abarcaría todo en la Biblia,
incluida la ley de Moisés. No hay impartición de fe cuando escuchas
la predicación de los Diez Mandamientos.
La fe solo se obtiene al escuchar la palabra
de Cristo —enseñanzas que han sido filtradas a través de la obra terminada de
Jesús y el nuevo pacto de la gracia. Esto significa, escuchar la
predicación de la Palabra desde Génesis hasta Apocalipsis siempre que sea desde la perspectiva de Jesús y Su gracia.
Después de todo, Cristo está oculto en
el Antiguo Testamento y revelado en el Nuevo
Testamento. En el Antiguo Testamento, encontrarás sombras de Cristo
en las cinco ofrendas levíticas, el tabernáculo de Moisés e incluso en las
vestiduras del sumo sacerdote, pero se necesita un entendimiento del nuevo
pacto para extraer a Cristo. Solo
cuando se predique a Cristo se impartirá fe.
Me puedo imaginar cómo respondió el hombre de
Listra cuando escuchó a Pablo proclamar que él podía ser justificado de todas
las cosas si tan solo creyera en Jesús. Cuando escuchó las buenas nuevas de Cristo, la fe vino y llenó su
corazón para creer que él había sido perdonado de todos sus pecados.
Y en ese mismo momento, él escuchó que Pablo
le ordenaba en voz alta: “¡Levántate derecho sobre tus pies!” Antes
de que tuviera tiempo para dudar, él se halló dando un salto alegre para
ponerse de pie y por primera vez en su vida, ¡él caminó! ¡Aleluya!
Esto es muy similar a un testimonio de celebración
que recibí de Lizzy, que vive en Virginia. Durante diez años ella
había estado orando por una joven que fue abusada sexualmente cuando era niña y
desarrolló anorexia cuando era adolescente.
La condición de la niña empeoró y fue
ingresada en un pabellón para pacientes cardíacos porque su corazón se había
debilitado demasiado para funcionar correctamente. A pesar de la
consejería y los tratamientos que ella recibió, su condición no mejoró y los
médicos la declararon “moribunda”. Entonces, esto sucedió:
Demasiado débil para
siquiera leer, esta joven comenzó a ver a Joseph Prince y a escuchar los
mensajes del amor y la gracia de Dios. Poco antes de Navidad, su
sonda de alimentación permanente se cayó por sí sola y ella comenzó a hacer lo
que los doctores dijeron que ella nunca volvería a hacer —¡comer alimentos
sólidos! Ella dijo que había escuchado a Joseph Prince decir que
cuando su espíritu se fortaleciera, su cuerpo lo seguiría, ¡y así fue!
Ella ahora puede asistir
a la iglesia. Su pastor incluso la ha asignado para ministrar a la
familia de una niña de catorce años que es anoréxica. Ella le está
diciendo a la niña que nada funcionó para ella excepto la gracia de Dios. ¡Aleluya!
Amigo, la fe para sanar o recibir cualquier
otra libertad que tú necesites, llega cuando tú simplemente estás escuchando la
predicación del evangelio de la gracia, como lo hizo el cojo de
Listra. La Biblia declara que el
evangelio es el poder
de Dios para tu salvación (Romanos 1:16), la cual incluye plenitud, preservación de la vida y bienestar.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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