Inspiración De Gracia
Yo Soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el
desierto, y murieron. Este es el pan que
desciende del cielo, para que el que coma de él no muera. Juan
6:48-50
Confío que estés emocionado por ver a
Jesús en las Escrituras, así que quiero develarte a Jesús en las escrituras del
Antiguo Testamento mediante el uso de la tipología. Si no estás
familiarizado con el uso de la tipología para interpretar las Escrituras,
espero que los ejemplos que leas aquí te den un buen entendimiento de esto.
La Biblia
dice: “Es gloria de Dios encubrir una cosa, pero la gloria de los reyes
es investigar un asunto.” (Proverbios 25:2) Dios ha
escondido a lo largo de la Biblia los misterios de Su amado Hijo y Su obra
terminada, y es nuestra gloria como reyes investigar todas estas cosas
concernientes a Él. ¿Estás
listo para ver a Jesús?
Veamos primero el
relato del pueblo de Israel mientras viajaban por el desierto. La
Biblia nos dice que “el alma del pueblo se impacientó,” y
ellos comenzaron a murmurar y a quejarse contra Dios y Su liderazgo designado a
Moisés, diciendo: “¿Por qué nos habéis sacado de Egipto para morir en
el desierto? Pues no hay comida ni agua, y nuestra alma detesta este
alimento tan miserable.” (Números 21:4-5)
¿Te imaginas
eso? Dios, con Su mano poderosa los había liberado de una vida de
esclavitud en Egipto, los había protegido del ejército de Faraón con una
columna de fuego y había partido el Mar Rojo para que ellos pudieran
pasar. En lugar de estar agradecidos, ellos se quejaron e incluso se
refirieron al maná del cielo como “este alimento tan miserable.”
Según el salmista,
el maná era “comida del cielo. . . pan de ángeles.” (Salmos
78:24-25) Durante cuarenta años en el desierto, Dios les proveyó de
comida de campeones, comida que los mantuvo libres de enfermedades y dolores,
comida que descendía diariamente del cielo.
Todo lo que ellos
tenían que hacer cada mañana era recolectar lo suficiente para su
consumo. Sin embargo, ellos despreciaron el maná.
En las escrituras
de hoy, Jesús dijo que el maná que Dios les dio era una imagen o un tipo de Él
mismo. La iglesia de hoy debe tener cuidado de no cometer el mismo
error que cometió el pueblo de Israel cuando llamaron al maná de Dios “este
alimento tan miserable.”
En muchos lugares,
hay un énfasis insuficiente en Jesucristo y un énfasis excesivo en todo tipo de
doctrinas y principios que se pueden extraer de la Palabra. Las
iglesias deben tener cuidado de no considerar a Jesús como un “alimento
miserable”, relegándolo a la periferia de sus enseñanzas.
Cualquiera que no
se enfoque en Jesucristo y Su obra terminada no tiene ni el poder ni la
sabiduría de Dios, porque la Biblia dice que Cristo crucificado es poder de Dios y sabiduría de Dios. (1
Corintios 1:23–24) ¡Él es el verdadero pan del cielo y solo Él
satisface!
El diablo tiene
miedo de cualquier iglesia que predique a Jesucristo en la cruz porque él sabe
que cuando la gente escucha cómo Dios envió a Su Hijo unigénito a morir en la
cruz por ellos, ellos pueden ver que tienen un Dios misericordioso que los ama
incondicionalmente. ¡Ellos
conocen la verdad, y la verdad los hace libres! (Juan 8:32)
Permíteme agregar
una cosa más. ¿Sabías el pueblo de Israel tenía que salir todas las
mañanas a recoger maná fresco?
El maná no podía
almacenarse durante la noche para consumirse al día siguiente, ya que se
ranciaba y generaba gusanos. ¿Alguna vez te preguntaste por qué Dios
no les dio maná para una semana?
Bueno, es porque
Dios quiere que Su pueblo abra las Escrituras todos los días para recolectar el
maná fresco de Jesús y se satisfaga con Su gracia. Él no quiere que
nosotros vivamos de revelaciones pasadas de Jesús, porque Sus misericordias son
nuevas cada mañana. Él se deleita en llenar tu corazón con Su
gracia, Su paz, Su sabiduría y Su gozo todos los días. ¡Aleluya!
Viendo a través de
los ojos de la fe,
Joseph Prince
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