Inspiración De Gracia
“¿Ves
esta mujer? Yo entré a tu casa y no Me diste
agua para los pies, pero ella ha regado Mis pies con sus lágrimas y los ha
secado con sus cabellos… Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos,
han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco
ama.” Lucas
7:44-47
La cláusula principal del
nuevo pacto se encuentra en Hebreos 8:12: “Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca más me
acordaré de sus pecados.” Algunas personas me
escuchan enseñar esto e inmediatamente me preguntan: “Si los creyentes saben que todos sus
pecados ya fueron perdonados y olvidados, ¿no van a ir y pecar?”
Bueno, yo todavía tengo que encontrar a
alguien que, después de conocer la verdad de Hebreos 8:12 y la gracia del
Señor, se diga a sí mismo: “¡Sí! ¡Ahora puedo ir y
pecar!” Sin embargo, me he encontrado con personas sinceras que se
dieron por vencidos y se alejaron de Dios porque no sabían o no creían la
verdad de Hebreos 8:12.
Para ganarse el perdón de Dios, ellos
intentaron guardar las leyes del antiguo pacto, pero fracasaron constantemente
y terminaron sintiéndose hipócritas. En contraste, aquellos que han
recibido y creído la verdad de Hebreos 8:12, y otras verdades del nuevo pacto,
han tenido vidas, matrimonios y familias gloriosamente
transformados por la gracia de nuestro Señor Jesús.
Una vez, una pareja se me acercó y me dijo que
les gustaría casarse en nuestra iglesia. Me dijeron que, de hecho,
habían estado casados antes y
tenían hijos, pero que habían estado separados
durante muchos años.
De alguna manera, por separado, ambos
comenzaron a asistir a nuestra iglesia y después de escuchar las enseñanzas
sobre el perdón y la gracia de Dios, Dios comenzó a restaurar su relación y
ellos querían volver a casarse. ¿No es
maravilloso? ¡Cuántos niños tienen el privilegio de presenciar la
ceremonia de la boda de sus padres!
Ese es el poder
del evangelio de Cristo. ¡Este puede reparar vidas rotas y restaurar
relaciones rotas!
Amigo, saber que tú estás completamente
perdonado destruye el poder del pecado en tu vida. Yo sé cómo
esta revelación ha transformado mi vida, tal como lo hizo con la mujer en las escrituras
de hoy. Ella llevó un frasco de alabastro con perfume a la casa de
Simón, un fariseo, y ungió los pies de Jesús.
Y Jesús mismo le dijo a Simón que aquellos a
quienes se les perdona mucho, lo amarían a Él mucho. Así que, cuanto
más te des cuenta de lo mucho que se te ha perdonado, en realidad, todos tus pecados, más amarás al Señor
Jesús. Recibir el perdón de Dios no conduce a una vida de pecado,
sino a una vida de amar y glorificar al
Señor Jesús.
¿Cuál crees que habría sido la respuesta de la
mujer después de haberse apartado de Jesús? ¿Habría deseado seguir
viviendo una vida de pecado o sabiendo ella que la gracia de Dios le había
perdonado mucho, se habría sentido fortalecida para vivir una vida que honrara
y glorificara a Jesús?
¡Vamos, amigos! A todos nosotros,
incluyéndome a mí, se nos ha perdonado mucho. Todos hemos
quebrantado los Diez Mandamientos muchas veces. Si no lo hemos hecho
en acciones, lo hemos hecho en nuestros corazones y en nuestras mentes.
Entonces, cuando tú comprendes cuánto has sido
perdonado, porque así es cuánto te ama Dios, no puedes hacer otra cosa sino amarlo mucho. Esta es la clave
para amar al Señor y disfrutar tu relación con Él.
Amado, cuando falles, ven a Jesús con la confianza y valentía que tenía esta
mujer. Ven y derrama ante Él todo lo que hay en tu corazón.
No te preocupes, Él no pondrá más culpa y
condenación sobre ti. Él te recordará la cruz y te dirá: “Tus pecados ya fueron
perdonados. Yo ya pagué el precio por tus pecados en el
Calvario. Descansa en Mi perdón y Mi amor por ti.”
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
No hay comentarios:
Publicar un comentario