Inspiración De Gracia
“Y
como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea
levantado el Hijo del Hombre, para que todo aquel que cree, tenga en Él vida
eterna.” Juan
3:14-15
Quiero mostrarles algo
poderoso en la historia de Moisés levantando la serpiente de bronce en el
desierto cuando el pueblo de Israel estaba siendo mordido por serpientes.
Creo que esto te liberará para participar de la Santa Cena con una mayor
revelación cada vez que vengas a la Mesa del Señor.
En el relato de esta historia en Números 21,
leemos que aunque muchos murieron por las mordeduras de las serpientes,
cualquiera entre los hijos de Israel que miraba a la serpiente
de bronce era sanado. La palabra hebrea que se usa para mirar en
Números 21:9 es nabat, que significa “mirar fijamente”.
De la misma manera, cuando tú participes de la
Santa Cena, se consciente de Jesús, y de
cómo Él llevó todos tus pecados y todas tus enfermedades en Su propio cuerpo.
No participes con la consciencia de los síntomas en tu cuerpo.
Amado, sé que las oleadas de náuseas que te
inmovilizan son reales. Que la dificultad para respirar con la que has
estado luchando es real. Que el dolor que atraviesa tu cabeza con cada
movimiento es real, así como las dolorosas mordeduras de las serpientes
ardientes fueron reales para el pueblo de Israel.
En este momento, oro para que todo dolor y todo
malestar sean arrancados de tu cuerpo en el poderoso nombre de Jesús. Nuestro Señor Jesús llamó a la
sanidad “el pan de los hijos.” (Mateo 15:26) Si tú eres un hijo de Dios, la sanidad te
pertenece.
Pero amigo, tu sanidad no vendrá por estar
enfocado en tu condición. Tu sanidad vendrá cuando tú hagas lo que hizo
el pueblo de Israel —ellos apartaron la vista de sus heridas y
miraron a la serpiente de bronce levantada sobre el asta.
Hoy, al participar de la Santa Cena, tómala en
memoria de tu Señor Jesús y no en memoria de tu dolor. Míralo a Él fijamente y con la expectativa
de que Él te salvará y te sanará.
Míralo a Él levantado en la cruz, siendo
juzgado con tu enfermedad. Si tienes un problema en tu riñón, mira el
riñón de Jesús golpeado por tu enfermedad, en la cruz. Si tienes una
condición degenerativa en tu columna vertebral, mira la columna vertebral de
Jesús golpeada con esa condición, en la cruz.
Cuando tú ves el cuerpo de Jesús golpeado con
tu enfermedad, esta no puede permanecer en ti. Incluso si tú tienes una
enfermedad “terminal” a causa de la cual otros han muerto, ¡míralo a Él y recibe tu sanidad!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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