Medita En
Por
nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante
de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Filipenses 4:6
¿Alguna vez trataste de cambiar a una persona que te importa? Lo que necesitamos comprender es que la gente no es transformada a través de amenazas o intimidación. Tampoco es transformada por molestos regaños o burlas. Sólo Dios puede verdaderamente transformar a una persona.
Mi amigo, lo que todo regaño, amenaza o molestia del mundo no puede hacer, Jesús si puede. Y cuando Jesús transforma a una persona, ese cambio es real. No es modificación del comportamiento, sino transformación del corazón –¡desde adentro hacia afuera!
Todos nuestros esfuerzos propios para tratar de cambiar a una persona no van a funcionar. El cambio que se produce por nuestras maquinaciones y manipulaciones no durará. Tal vez has estado molestando a un ser querido, tratando de cambiarle para mejor, pero sin resultados, y te estás sintiendo frustrado, ansioso y desesperado. Lo mejor que puedes hacer es dejarlo ser y dejar que Dios se encargue. Deja de molestarle y lleva el asunto a Dios en oración, y obsérvalo a Él hacer una obra profunda y perfecta en tu ser querido, ¡tanto que te sorprenderá!
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