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martes, 3 de enero de 2017

Agradeciendo A Dios En Todo Tiempo

Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante Él, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan Su nombre.
Hebreos 13:15

Alzar tus manos y agradecer a Dios es espontáneo y fácil cuando acabas de recibir una bendición maravillosa: “¡Dios, no puedo agradecerte lo suficiente por este milagro!”
“¡Gracias Padre, por responder mi oración!”
“¡Padre, te agradezco por estas ganancias inesperadas!”
Quizá has estado bastante cerca de propiciar un accidente fatal, pero Dios te apartó del peligro justo a tiempo.  O tu abuela, una persona por muchos años no creyente, finalmente reconoce a Jesús como su Salvador y es sanada de una enfermedad que había tenido durante mucho tiempo.
Pero hay momentos en los que no sientes deseos de alzar tus manos para agradecer y alabar a Dios, y sin embargo lo haces.  Quizás te sientas bastante desanimado últimamente.  Tal vez todo te está saliendo mal y sientes como si tu vida fuera un desastre.  Ya no puedes detener las lágrimas.  Sin embargo, conscientemente tomas la decisión de alzar tus manos y agradecer a Dios por estar en esa situación contigo.  Abres tu boca y comienzas a alabarlo aún cuando no te sientes con ganas de hacerlo.
En medio de la prueba por la que estás pasando, lo alabas porque que Él es tu justicia, a pesar de todos los errores que has cometido.  Le agradeces porque Él es tu Príncipe de Paz, y porque Su paz se levantará en ti y calmará las tormentas en tu vida.
Mi amigo, Dios ve y aprecia esos momentos en los que, a pesar de sentirte muy desanimado, tú voluntariamente levantas una ofrenda de agradecimiento a Él.  De hecho, tu agradecimiento durante esos momentos, es más altamente valorado por Él, que tu agradecimiento durante esos momentos en los que te sientes lleno de gozo porque acabas de ser bendecido.
Y cuando tú escoges agradecerle a Él por Su amor que no falla, y Su fidelidad para liberarte, protegerte y proveer para ti, cuando todavía no estás viendo las bendiciones, en poco tiempo, vas a hallarte experimentando y disfrutando de esas bendiciones!  Así que, ¡alza tus manos y alaba al Señor, porque Él es bueno, y Su misericordia es para siempre!  (Salmos 106:1)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

Pensamiento del Día

Dios ve y aprecia esos momentos en los que, a pesar de sentirte muy desanimado, tú voluntariamente levantas una ofrenda de agradecimiento a Él.


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