Pongan
todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque Él cuida de ustedes.
1a Pedro 5:7, NTV
Hay una historia de un joven que tuvo problemas
para llegar a fin de mes. Un día, él consiguió seis tarjetas de papel cartulina
blanco y escribió estas seis letras: “LET GOD,” en español, “Déjaselo a Dios.”
Esto era para recordarse que debía dejar de preocuparse y de esforzarse
para proveer para sí mismo y su familia, y dejar que Dios tome el control. Puso las tarjetas
en posición vertical sobre su tocador para poder recordarse todos los días de dejar que Dios proveyera para él.
Bueno, los días pasaron y nada cambió. Él
seguía en escasez y tenía más preocupación, ansiedad y frustración. Un
día, por la desesperación, él oró: “Dios, por favor, realmente quiero saber ¿cómo
‘Dejártelo a Ti’? Quiero que Tú te hagas cargo y proveas para todas mis
necesidades, ¡pero no sé cómo hacerlo! Dios, por favor, respóndeme.”
La ventana de su habitación estaba abierta. Un viento sopló
–whoosh!– y una de las tarjetas se cayó de la mesa. Era la última tarjeta,
con la letra “D.” El hombre miró hacia arriba y vio el resto de cartas
deletrear las palabras: “LET GO,” en español, “Suéltalo.”
Mi amigo, ¡la
forma en que tú DEJAS A DIOS proveer para ti es SOLTANDO! Suelta y deja de preocuparte por el
problema. Échalo en las manos del
Dios Todopoderoso quien se preocupa por ti y déjalo allí, así empezarás a
ver Su gracia y Su provisión fluir libremente en tu vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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