Inspiración De Gracia
“Porque
esto es para Mí como las aguas de Noé, cuando juré que las aguas de Noé nunca
más inundarían la tierra; así he jurado que no Me enojaré contra ti, ni te
reprenderé. Porque los montes serán quitados y las colinas temblarán, pero Mi
misericordia no se apartará de ti, y el pacto de Mi paz no será quebrantado”,
dice el Señor, que tiene compasión de ti.” Isaías 54:9-10
En 1 Pedro 5:8 se emite una
advertencia —“Sed de espíritu sobrio,
estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien
devorar.” Yo sé que un león ruge
para intimidar y provocar miedo, pero solía preguntarme qué clase de miedo
trata de infundir el diablo en el creyente.
Debemos dejar que
la Biblia interprete la Biblia. No
podemos basar nuestras interpretaciones en nuestros antecedentes
denominacionales o nuestras experiencias.
Un día, yo estaba leyendo Proverbios 19 cuando me encontré
con el versículo 12: “Como rugido de león es la ira del rey, y su
favor como rocío sobre la hierba”. ¿Quién
es el rey al que se refiere este versículo? ¡Es nuestro Señor Jesús!
Entonces, cuando el diablo anda como un león rugiente, él está tratando de hacerse pasar por el
Rey. Él está tratando de hacerte sentir
como si Dios estuviera enojado contigo.
Cada vez que escuchas una predicación que te deja con la
sensación de que Dios está enojado contigo, ¿sabes qué? ¡Te acaban de rugir!
Pero recuerda esto, amado: Dios NUNCA más se enojará contigo.
Él solo tenía que decirnos esto, pero Él
quería que nosotros estuviéramos tan seguros, que Él juró en Su Palabra que nunca más se enojaría con nosotros.
Los versículos de hoy son de Isaías 54, que sigue
inmediatamente al famoso capítulo mesiánico de los sufrimientos de Cristo en
Isaías 53. Por lo tanto, Isaías 54 está
explicando los triunfos y los despojos de Sus sufrimientos.
¿Sabes por qué Dios nunca más se enojará con nosotros? ¡Es por lo que Cristo consiguió para nosotros!
En la cruz, Dios derramó toda Su ira sobre el cuerpo de Su
Hijo. Jesús agotó toda la indignación
ardiente de un Dios santo contra todos nuestros pecados, y cuando todo el
juicio de Dios sobre nuestros pecados se extinguió por completo, Él gritó: “¡Consumado es!” (Juan 19:30)
Y debido a que nuestros pecados ya fueron castigados,
Dios, que es un Dios santo y justo, no nos castigará hoy que nosotros creemos
en lo que Cristo ha hecho. La santidad
de Dios ahora está de tu lado. Su
justicia ahora está a tu favor, no contra ti. ¡Tú eres Su amado, en quien Él se complace
debido a la obra terminada de Jesús!
La próxima vez que el diablo trate de robarte el
sentimiento de ser amado, haciéndote pensar que Dios está enojado contigo,
simplemente ignóralo. Ignóralo cuando te
dice: “¿Cómo puedes tú llamarte
cristiano?”
¡Tú eres un hijo de Dios justificado, aceptado y amado! ¡Cuando creas esto, tú tendrás la confianza
para enfrentar cada problema con valentía, sabiendo que tienes el favor inmerecido
de Dios de tu lado.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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