Inspiración De Gracia
Me
volví, y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra
de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas,
ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.
Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la
mala red, y como las aves que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos
de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos. Eclesiastés 9:11-12
Quiero compartir contigo este pasaje
de las Escrituras que habla sobre la trampa del cazador. A veces, la mejor manera de interpretar las
Escrituras es pedirle al Espíritu Santo sabiduría y revelación, buscar temas
recurrentes en la Biblia y permitir que las Escrituras interpreten las
Escrituras. Lo que estoy diciendo es que
hay una verdad poderosa aquí esperando ser desbloqueada.
¿Notaste que el número 911 aparece tanto en el Salmo 91:1
como en Eclesiastés 9:11? El número 911
es muy significativo en nuestro tiempo. Es
un número que marca el ataque terrorista a mayor escala en suelo estadounidense
hasta la fecha. Nuestros corazones se
rompieron ese día, el mundo cambió y nunca olvidaremos lo que sucedió.
Si bien sé que los marcadores de capítulos y versículos de
nuestra Biblia no son inspirados, es mi opinión personal que la Oración de Protección
en el Salmo 91 marca los tiempos en los que estamos viviendo y nos da una razón
clara de por qué nosotros no tenemos
que vivir atemorizados.
En Eclesiastés 9, el rey Salomón nos dice que el ganador
de la carrera no es necesariamente siempre el más rápido, y que la persona que
gana la guerra no es necesariamente siempre la más fuerte. Él señala que los hombres con entendimiento no
son los únicos que obtienen riquezas y que los hombres con habilidades no
siempre experimentan favor. Y luego dice
esto: “Tiempo y ocasión acontecen a todos”.
Salomón luego continúa hablando sobre aquellos que son “como los peces que son presos en la mala
red” o “como las aves que se enredan
en lazo”. (Observa que él está
diciendo esto de los “hijos de los
hombres” y no de los “hijos de Dios”.
Como creyentes, nosotros somos hijos e
hijas de Dios).
Por lo tanto, hay dos categorías de personas —las que son
bendecidas porque se encuentran en el lugar correcto en el momento correcto, y
las que son sorprendidas fuera de guardia en un momento malo y se encuentran en
el lugar equivocado en el momento equivocado. ¡No sé tú, pero yo sé a qué categoría quiero
pertenecer!
¡Como hijo o hija de Dios, ten la seguridad de que la
bendición de ser colocado en el lugar correcto en el momento correcto es tuya gracias
a nuestro Señor Jesús! A pesar de los
tiempos peligrosos en los que estamos viviendo, tú puedes esperar que Él te
proteja y te libre de todas las trampas del enemigo.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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