Inspiración De Gracia
El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. Salmos 91:1
Hay muchas fuentes infundiendo terror
en cualquier lugar a donde mires hoy —las noticias, los periódicos, las redes
sociales y, desafortunadamente, también los medios cristianos. Sin embargo, es vital que nosotros no
permitamos que el miedo se apodere de nuestros corazones.
Como creyentes, nosotros no tenemos por qué alimentarnos
del miedo. Si tu mente está enredada en
nudos de ansiedad, tal vez sea hora de que examines tu dieta mental.
¿En qué has estado meditando, consciente o
inconscientemente? ¿Estás ingiriendo y
creyendo todo lo que ves en las noticias, o estás viviendo de acuerdo con lo
que el Señor Jesús compró para ti en el Calvario?
Para ayudarte a comprender el sentir del corazón de Dios por
ti con respecto al temor y tu caminar en Su protección, quiero compartir contigo
una clave poderosa del versículo de hoy, que es el primer versículo del Salmo
91, la oración de protección. La palabra
hebrea para “habita” es yashab, que
significa “sentarse, permanecer o
establecerse”.
Observa que la primer cosa que Dios quiere que tú hagas
para disfrutar de Su protección es descansar.
Su protección, paz, amor y otras
bendiciones fluyen en tu vida cuando tú estás en un lugar de descanso.
Detengámonos en la palabra habita solo un poco más. Meditemos
sobre lo que significa descansar o “sentarse”. La Biblia dice que nosotros estamos sentados con Cristo a la diestra de
Dios. (Efesios 2:6, Hebreos 1:3) La
palabra “sentados” es hermosa —significa que ya no estás de pie y trabajando.
Bajo el antiguo pacto, el sacerdote tenía que ofrecer el
sacrificio de la mañana a las 9 A.M. y luego permanecer de pie durante seis
horas hasta después del sacrificio de la tarde a las 3 P.M. Nuestro Señor Jesús fue crucificado a las 9 A.M.
y estuvo colgado en la cruz durante seis horas hasta que murió a las 3 P.M., cumpliendo
así el carácter de ambos sacrificios, el de la mañana y el de la tarde. (Heb.
10:11-12)
Debido a que Jesús se convirtió en el sacrificio final, el
trabajo del sacerdote está terminado y él ya no tiene que permanecer de pie. Debido a que nuestro Señor clamó: “¡Consumado es!” en el Calvario (Juan
19:30), hoy nosotros estamos sentados
en Cristo. Nosotros podemos habitar al
abrigo del Altísimo, en Su lugar secreto —un lugar de paz, seguridad y
protección— ¡y podemos vivir sin
temor porque la sangre de nuestro Señor Jesús ha pagado por cada bendición de
protección en el Salmo 91!
Hoy, ya sea que estés lidiando con una situación
financiera difícil, un trastorno del sueño o plagado de pensamientos depresivos
o incluso suicidas, mi deseo para ti es que descubras a un Dios que te ama y
cuyas fuertes manos protectoras están sobre tu vida entera y sobre todas las
áreas que te afectan.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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