Inspiración De Gracia
Y
ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor,
escuchaba Su palabra. Lucas 10:39
Si has seguido mi ministerio, sabrás
que uno de mis versículos favoritos es Romanos 5:17: “Mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y el
don (regalo) de la justicia”.
Desafortunadamente, hay personas que se burlan de lo que
dice la Palabra de Dios, pensando que recibir es demasiado simplista e
insustancial. Su enfoque está en hacer,
en el deber, lo que es responsabilidad del hombre.
Querido lector, nunca
subestimes el poder de recibir. ¡La
mayor obra del hombre —su mayor deber y responsabilidad— es humillarse a sí
mismo para recibir del Señor Jesús!
Mira lo que hizo María —ella se sentó a los pies de
nuestro Señor y simplemente haló, tomó y
recibió de su Salvador. Pero Marta se acercó y se quejó con Jesús,
diciendo: “Señor, ¿no te importa que mi
hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”. (Lucas 10:40)
¿Qué estaba consumiendo a Marta? ¡El deber, la responsabilidad, el servicio y la
acción!
Yo creo que los creyentes tipo Marta que tenemos hoy, que están
constantemente quejándose en contra de los creyentes como María, son preciosos,
amados y profundamente sinceros. Pero ellos
pueden estar tan comprometidos con sus deberes que se olvidan de la persona de
quien se trata todo. Marta estaba entusiasmada
sirviendo al Señor, pero terminó enfadada con su hermana e incluso reprendió al
Señor.
María miró más allá del exterior y vio en el Señor una
plenitud de la cual podía tomar. Marta,
por otro lado, vio al Señor en lo natural, como necesitado de su servicio. ¿Qué hermana crees que hizo que el Señor se
sintiera como Dios? ¿Con quién estaba
más complacido el Señor?
¿Puedes ver cómo Marta perdió completamente el sentido de
todo su servicio? Ella estaba
completamente consumida por su deber y se estaba perdiendo de la deidad divina,
el Señor Jesús Mismo, ¡que estaba sentado en su sala de estar!
Y escucha la respuesta de nuestro Señor (y yo creo que Él
lo dijo con ternura y con una sonrisa amorosa): “Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha
escogido la parte buena, la cual no le será quitada.” (Lucas 10:41–42)
Creo que cuando Marta escuchó eso, ella tuvo una
revelación de inmediato. En lugar de correr
por todos lados, y enojarse con el Señor y con su hermana, ella dejó de lado sus
ollas y sartenes, se quitó el delantal y se sentó con su hermana para recibir
del Señor. Nunca subestimes el poder de
recibir de nuestro Señor.
Cuanto más recibas tú la abundancia de la gracia y el regalo
de la justicia, más reinarás, más realizarás, más responsable serás, más
glorificarás al Señor y más cumplirás tu llamado, tu deber y tu destino. Debido a que María hizo la única cosa que era necesaria
y se enfocó en recibir del Señor, ella terminó
prestando el servicio correcto para Él.
Leemos en Juan 12:1–8 que ella ungió al Señor con un aceite
fragante muy costoso para Su sepultura. Todas
las otras mujeres que querían ungirlo para Su entierro llegaron demasiado tarde
en la mañana de la resurrección. (Lucas 24:1-3)
María pudo hacerlo en el momento correcto, porque ella mantuvo su
corazón centrado en recibir del Señor.
Así que, mantente recibiendo de Jesús. Todos los días, recibe Su Palabra, Su gracia y
el regalo de Su justicia. Y permanece
confesando tu justicia en Él —esto resultará en que tú harás las cosas
correctas en el momento correcto.
Viendo a través de los ojos de la fe,
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