Inspiración De Gracia
Y todas estas bendiciones
vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al Señor tu Dios. Deuteronomio 28:2
Hoy, a pesar de lo
que sea que estás enfrentando en tu vida, tómate un tiempo para escuchar a Jesús. Si
estás preocupado por los síntomas en tu cuerpo, sigue escuchando y escuchando
sobre cómo nuestro Señor Jesús amaba sanar y todavía sana hoy.
Escucha cómo Él llevó los
crueles latigazos romanos por ti, para que por Sus llagas, tú seas sanado.
(Isaías 53:5) Escucha cómo Él anduvo haciendo el bien y sanó a TODOS
los que estaban oprimidos (corporal, emocional y mentalmente) por el diablo.
(Hechos 10:38, Mateo 9:35) Escucha cómo cuando Él vio a las
multitudes esperando por Su toque sanador, se sintió movido por la compasión
—Él no los vio como personas con exigencias imposibles, sino como ovejas sin
pastor. (Mateo 9:36) Y escucha cómo Él es el mismo ayer, hoy y por
los siglos. (Hebreos 13:8) ¡La fe infundirá tu espíritu, y Su
sanidad y salud divinas inundarán cada célula, cada órgano y cada sistema de tu
cuerpo!
Amado, si estás
ansioso por las necesidades y demandas del mañana, sigue escuchando cómo Dios está a tu favor y no en tu
contra. Escucha cómo Él te ha dado gratuitamente TODAS las cosas por
medio de Cristo (Romanos 8:31-32), de modo que todo lo que tú necesitas hacer
es recibir gratuitamente TODAS Sus bendiciones, incluidos el favor, la
sabiduría, la sanidad y la provisión que necesitas para cualquier dificultad
que estés enfrentando.
Escucha al Hijo recordarte
sobre tu amoroso Padre celestial, que conoce cada una de tus necesidades y
promete que Él cuidará de ti mientras tú pones tus preocupaciones en Él y
simplemente buscas primero Su regalo de justicia. (Mateo
6:31–33) Amigo, a medida que tú escuches y te establezcas en Su
gracia para ti, cada preocupación y ansiedad se evaporará como niebla cuando
salga el sol de la mañana, y tú verás Su nueva provisión de favor para cada
nueva necesidad.
Y si has
experimentado el aguijón de la traición, si has sido herido por las palabras de
personas cercanas a ti, o si simplemente te sientes desanimado, escucha las palabras de afirmación del
Señor. Escúchalo a Él decirte: “Nunca te dejaré ni te
desampararé.” Permite que estas palabras restauren tu corazón,
traigan estabilidad a tus emociones y te den la fe para decir con
confianza: “El SEÑOR es el que
me ayuda; no temeré. ¿Qué podrá hacerme el hombre?” (Hebreos
13:5-6)
Amigo, para crecer
realmente en la gracia y ver su fruto manifestarse en nuestras vidas, nosotros necesitamos seguir
escuchando al Hijo y Sus
palabras de gracia, porque es muy fácil volver a ser conscientes de la ley
y las demandas, en lugar de ser conscientes de la gracia y la
provisión. Escúchalo a Él hoy. ¡Escucha Sus palabras de
gracia!
Viendo a través de
los ojos de la fe,
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