Inspiración De Gracia
Venid a Mí, todos los que
estáis cansados y cargados, y Yo os haré descansar. Tomad Mi yugo sobre
vosotros y aprended de Mí, que Soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. Porque
Mi yugo es fácil y mi carga ligera. Mateo 11:28-30
Muchas personas
albergan la idea equivocada de que aquellos que viven de fiesta constantemente,
bebiendo, drogándose y durmiendo por ahí están teniendo el mejor momento de sus
vidas. Hollywood y los medios seculares han endiosado y presentado
como glamoroso el estilo de vida de fiesta, haciéndolo parecer como algo fresco
y libre de preocupaciones. Ellos han vendido la mentira de que la
vida YOLO —vivir sin consecuencias, vivir pensando que sólo se vive una vez— es
asombrosa.
Pero si tú corres
las cortinas, verás cuán profundamente infelices y deprimidas se encuentran las
personas que están enredadas en un estilo de vida
pecaminoso. Nuestros adolescentes y jóvenes están siendo
bombardeados con estas imágenes en sus canales de redes sociales, en películas
y series de televisión, donde los estilos de vida pecaminosos no solo son
tolerados sino también celebrados. Nuestros niños enfrentan esto a
diario en la escuela y en sus dispositivos móviles.
¿Cómo han
respondido muchas iglesias? Diciendo: “Tenemos que predicar más
sobre la ley de Moisés, el arrepentimiento y el carácter.” Pero,
¿sabe lo que esta generación escucha cuando las iglesias predican sobre esas
cosas?
Uno de los
testimonios que recibí de una hermana llamada Melissa, que estaba luchando con
un destructivo estilo de vida de pecado, nos da una idea bastante clara de lo
que los jóvenes realmente escuchan y lo que la hizo creer: “Yo no
pensaba en acercarme a Dios y la iglesia porque las personas que conocía me
decían: ‘Tú te vas a ir al infierno debido a tus decisiones y a cómo estás
viviendo. Dios está enojado contigo. Él está disgustado
contigo y no te va a bendecir.’ Debido a que esto era lo que
escuchaba constantemente, esto era lo que yo creía acerca de Dios, y pensé que
no existía una manera de que pudiera acercarme a Él.”
¿Es de extrañar qué
algunas iglesias estén perdiendo a la próxima generación? Los
jóvenes escuchan acerca de un Dios enojado y caprichoso que solo está buscando
una oportunidad para golpearlos con un gran palo y enviarlos a un horno
ardiente de condenación eterna. La iglesia orgullosamente proclama:
“Nosotros amamos al pecador pero odiamos el pecado.” Pero en
realidad, todo lo que aquellos que están luchando con un estilo de vida
pecaminosos escuchan es, “NOSOTROS ODIAMOS EL PECADO”, y se mantienen alejados
de la iglesia porque comprensiblemente ellos lo asimilan como “NOSOTROS TE
ODIAMOS”. Eso, amigo, simplemente no es el evangelio.
El evangelio es nuestro amado Señor Jesús alcanzando
a la mujer en el pozo, que había tenido cinco maridos y estaba conviviendo con
otro hombre fuera del matrimonio. El evangelio es nuestro Señor Jesús rescatando a la mujer sorprendida en
adulterio, de la turba religiosa que quería ejercer su derecho legal de
golpearla brutalmente con piedras, hasta la muerte. Cuando observas
a nuestro Señor Jesús, Él siempre se sintió cómodo con aquellos que estaban
enredados en el pecado, tanto que los líderes religiosos se burlaron de Él y lo
llamaron amigo de los pecadores. (Mateo 11:19) Él no fue inmutado
por Sus críticos y solo un encuentro con
Su amor y gracia hizo que los pecadores fueran transformados para siempre
desde su interior, hacia afuera.
Querido amigo, esa
es la revolución de la gracia de la que hemos estado hablando
aquí. Nuestro Señor nunca apoyó el estilo de vida pecaminoso de las
personas; Él simplemente los despertó a
Su profundo y personal amor por ellos, y una vez que experimentaron Su
amor, ellos tuvieron el poder para
salir de la prisión del pecado, de las adicciones y la esclavitud. La
mujer del pozo se convirtió en evangelista en su ciudad y muchos llegaron a
conocer a Jesús gracias a ella. La mujer sorprendida en adulterio se
fue con el regalo de no condenación y el poder de no pecar más. Los
religiosos rechazaban activamente al pecador; Jesús persiguió activamente al
pecador.
La gloriosa gracia
de Dios abre las puertas de las
prisiones para aquellos atrapados en el pecado y la
esclavitud. Él te ha dado el
poder de caminar libremente hoy. ¡Dale la bienvenida a Su profundo
amor por ti y serás liberado!
Viendo a través de
los ojos de la fe,
Joseph Prince
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