1ª Corintios
2:16
… Nosotros
tenemos la mente de Cristo.
“Ah, mi memoria ya no es tan buena como solía
ser. Debo estar haciéndome viejo.” ¿Has escuchado esto antes? Quizás tú mismo has dicho esto para ti mismo
un par de veces. Pero, ¿quién dice que a
medida que envejecemos, estamos supuestos a olvidar las cosas?
Cuando
el difunto Reverendo Kenneth E. Hagin estaba en sus ochentas, él aún era una
persona saludable y fuerte. Este
asombroso hombre de Dios podía correr alrededor de una plataforma mientras
predicaba. Y quienes lo han escuchado
predicar podrían decirte que él tenía una memoria increíble con la que podía
recordar detalles específicos, tales como el día de la semana en la que una
fecha específica cayó, e incluso el momento.
¡Aún a esa edad, la memoria de ese hombre era magnífica!
Una
vez, él compartió cómo había comenzado a olvidar cosas cuando estaba en sus
cincuentas. Él había leído una revista
médica que decía que cada día millones de células en nuestro cerebro
mueren. Él no se dio cuenta, pero esas
palabras llegaron a su espíritu y él comenzó a olvidar cosas.
Así
que le preguntó al Señor, “¿Qué me está pasando?” Y el Señor le dijo: “Tú leíste ese artículo y
lo creíste.” Él se arrepintió y le
preguntó al Señor, ¿qué debía hacer? El
Señor le dijo: “Confiesa Mi Palabra. Mi
Palabra dice que tú tienes la mente de Cristo, y la mente de Cristo nunca
olvida.” Él comenzó a confesar que tenía
la mente de Cristo y fue así como su memoria permaneció ágil por el resto de su
vida.
Mi
amigo, la Palabra de Dios dice que tú tienes la mente de Cristo. ¡La mente de Cristo no es vieja, lenta, ni
olvidadiza! Sin importar lo viejo que te
has vuelto. Tú no tienes que convertirte
en una persona olvidadiza. No creas, ni
confieses lo que la ciencia médica o tus amigos dicen. Cree y confiesa la Palabra de Dios que da
vida.
El
poder de la vida y la muerte están en tu lengua (Proverbios 18:21)]. Así que, usa tu lengua para vida. No te sientes por ahí diciendo: “Me estoy
volviendo viejo y olvidadizo.” Di: “Yo
tengo la mente de Cristo. ¡Mi mente es
ágil y rápida porque es la mente de Cristo!”
¡Créelo, confiésalo y mira tus pensamientos y memoria funcionar así!
Pensamiento Del Día
¡Tú tienes la mente de
Cristo, que no es vieja, lenta, ni olvidadiza!
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