Levítico
1:9
… Y el
sacerdote lo quemará todo sobre
el altar como holocausto; es
ofrenda encendida de aroma agradable para el Señor.
Cuando
Jesús estaba en la cruz, Él hizo más que solo morir por tus pecados. Su sacrificio no solo removió tus pecados,
sino también te vistió de Su justicia y perfección. Jesús se convirtió en el verdadero “holocausto”.
En el
Antiguo Testamento, cuando alguien ofrecía un holocausto, la perfección del
animal venía sobre él. De la misma
manera, cada atributo perfecto de Jesús, tu “holocausto”, viene sobre ti cuando
tú lo tomas a Él como tu Salvador. Y, ¡debido
a que Dios te ve vestido con Cristo, tú tienes la misma aceptación y favor que
Jesús tiene con Él!
Cuando
Jesús fue ofrecido en la cruz, el fuego de Dios sacó Su perfección, como un
perfume para Dios. En ese sacrificio, la
obediencia y la perfección de Jesús subieron como “aroma agradable para el Señor”,
que es lo que se emite cuando la ofrenda es quemada. Este “aroma agradable” nos habla de una
fragancia de descanso para Dios. El
sacrificio perfecto de Jesús, le dio a Dios tanta satisfacción, que Él
descansó.
Tú
también puedes descansar en el sacrificio perfecto de Jesús, sabiendo que lo
que Él hizo, lo hizo por ti —“Cristo nos amó y se dio a Sí Mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma” (Efesios 5:2). Tú puedes descansar sabiendo que Dios el
Padre está satisfecho contigo porque el sacrificio de Su Hijo ha hecho que Su
corazón descanse con respecto a ti. Tú
puedes descansar porque Jesús ha
satisfecho a Dios en tu lugar.
Hoy,
al venir delante de Dios, dile: “Padre, te doy gracias porque Jesús es un gran deleite
y alegría para Ti. Él
satisface Tu corazón completamente. Y lo que Él hizo, lo
hizo por mí. Debido a que Jesús te ha
satisfecho completamente, yo se que Tú estás satisfecho conmigo. Debido a que Jesús es Tu deleite, yo también
soy Tu deleite. Debido a que Jesús te complace
tanto, yo se que yo te complazco también.
Y debido a que Jesús es mi justicia y perfección, yo soy justo y
perfecto delante de Ti.”
Amado,
cuando tú hablas de Cristo y de Su obra terminada, esto sube a Dios como un
aroma agradable, una fragancia de descanso.
¡Y si Dios puede descansar en el sacrificio perfecto de Su Hijo, tú
también puedes!
Pensamiento
Del Día
Tú puedes descansar
porque Jesús es satisfacción, deleite, justicia y perfección para Dios en tu lugar.
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