1ª
Corintios 2:16
Y lo
degollará [al holocausto] al lado norte del altar, delante del Señor; y
los sacerdotes hijos de Aarón rociarán la sangre sobre el altar, por todos los
lados.
El norte
de Israel siempre fue una fuente de mal para la nación. Fue desde el norte de Israel que la
destrucción irrumpió (Jeremías 1:14-15).
Los enemigos de Israel siempre vinieron del norte (Jeremías 6:1,
22-23). Aún hoy, el norte de Israel es
territorio ocupado por el enemigo. El norte
es pues una imagen del mal en la Biblia.
Curiosamente,
el animal para el holocausto era degollado “al lado norte del altar”. El holocausto habla de Jesús, quien se dio a
Sí Mismo como “ofrenda y sacrificio a Dios” por nosotros (Efesios 5:2). El Calvario, en donde Jesús fue crucificado,
y el Jardín de la Tumba, en donde se encuentra Su tumba vacía, están ubicados
en el lado norte de Jerusalén. En otras
palabras, Jesús murió en el norte, desde donde viene el mal contra Su pueblo.
Esto significa
que la muerte de Jesús detuvo al mal en nuestras vidas, cuando nosotros, que
somos sacerdotes del Dios Altísimo (Apocalipsis 1:6), declaramos Su sangre
sobre nuestras vidas, de la misma manera en que los hijos de Aarón rociaron la
sangre del holocausto sobre el altar, por todos lados.
Este
fue el caso de un miembro de la iglesia que estaba sirviendo en el
ejército. Él testificó acerca de cómo Dios
preservó su vida cuando una tormenta golpeó mientras él estaba de guardia en
una torre de su campamento. La lluvia lo
mantuvo atrapado en la torre, que tenía una ventana con marco de metal.
De
repente, un destello brillante de color morado iluminó justo al lado de él, impresionándolo
de tal forma que casi pierde el equilibrio.
Un rayo había golpeado el pararrayos en el techo y la electricidad fue
conducida por el marco de metal de la ventana, generando el destello morado. ¡Pero la sangre de Jesús lo guardó del mal!
¡Alabado
sea Jesús, cuya sangre detiene al mal en su camino! No importa lo que el diablo envíe a tu
camino. ¡Mientras tú estás cubierto con
la sangre de Jesús, no hay mal que pueda hacerte daño!
Pensamiento
Del Día
La muerte de Jesús
detiene al mal en nuestras vidas cuando confesamos Su sangre sobre nuestras
vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario