Lucas
17:15
Entonces
uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz.
Las personas
que tienen un corazón agradecido, están siempre alabando a Dios. A menudo los escuchas decir: “¡Dios es bueno!” Ellos saben que Dios es la razón de todas las
bendiciones que reciben.
Pero
están aquellos que buscan a Dios por las bendiciones, y cuando son bendecidos,
simplemente siguen felices por su camino.
Sus corazones han sido cautivados por las bendiciones, en vez de por
Aquel que los ha bendecido.
Jesús
tuvo un encuentro con los dos tipos de personas, un día mientras caminaba hacia
una aldea. Diez
hombres leprosos gritaron a Él: “¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!” (Lucas 17:13). Ahora bien, cuando tu clamas a Jesús por
misericordia, Él siempre te escucha. En
otra ocasión, cuando dos hombres ciegos gritaban a Él: ¡Hijo de David, ten
misericordia de nosotros!” Él hizo
tiempo para hacer Sus milagros (Mateo 9:17-20).
Entonces,
estos 10 hombres leprosos, clamaban a Él por misericordia. Él se detuvo, los vio y les dijo: “Id y
mostraos a los sacerdotes. Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios.” (Lucas 17:14). Pero solo uno de ellos regresó y cayó a los pies de
Jesús, dándole gracias. Fijate en las
palabras tan tristes que siguieron de parte de Jesús: “¿No fueron diez los que
quedaron limpios? Y
los otros nueve, ¿dónde están?”
(Lucas
17:17).
Los
otros nueve hombres, obviamente sabían que había sido Jesús quien los había
sanado. Sin embargo, no se preocuparon
por buscarlo y darle las gracias. Mi
amigo, que se diga de ti que cuando las bendiciones vienen, tú recuerdas darle la
alabanza, la gloria y el honor a Dios, y agradecerle porque Él es la fuente de
todas las bendiciones en tu vida.
¿Sabías
que cuando el hombre regresó a darle gracias a Jesús, Él recibió la bendición adicional
de tener plenitud? Jesús le dijo: “Levántate
y vete; tu fe te ha sanado (a plenitud)”
(Lucas 17:19). Él no solo había
sido limpio de la lepra, ¡también había recibido los dedos de su manos y pies
que había perdido!
Mi
amigo, cuando tu corazón está agradecido con Dios, te posicionas a ti mismo
para bendiciones aún mayores.
Pensamiento Del Día
Cuando tú alabas a Dios
y le das gracias por Sus bendiciones, te posicionas a ti mismo para bendiciones
aún mayores.
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