Romanos 5:1
Por tanto,
habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio
de nuestro Señor Jesucristo.
Nosotros
no estamos tratando de tener paz para con Dios. Nosotros ya tenemos paz para con Dios, habiendo
sido justificados por la fe por medio de nuestro Señor Jesucristo. Esta paz con
Dios nos trae la paz de Dios, que
guarda nuestros corazones y mentes (Filipenses 4:7). Entonces, la paz de Dios dentro de nosotros también va a convertirse en la paz de Dios fuera de nosotros —en todas nuestras
circunstancias externas.
En
primer lugar, vamos a hallar que lo que normalmente nos causa mucha
preocupación y ansiedad, ya no lo hará. En
segundo lugar, no sólo todo resultará bien, sino que también seremos bendecidos
en más de una manera. Esto es lo que
sucede cuando Jesús, el Príncipe de Paz, es nuestra paz.
Una
miembro de la iglesia, aunque estaba enferma de cáncer, disfrutó de la paz de
Dios, sabiendo que Él era su sanador. Más
tarde ella recibió la confirmación de dos diferentes médicos, de que había sido
completamente sanada del cáncer. Además
de recibir su bendición de sanidad completa, ¡ella también recibió de su
compañía de seguros una demanda crítica por la enfermedad de S$50,000!
Otra
miembro de la iglesia, después de escuchar las noticias de reducción en su
empresa, encomendó el asunto a Dios, creyendo que Él iba a hacer que todas las
cosas obraran para su bien, especialmente su pérdida de un ingreso regular. Poco tiempo después, ella recibió su paquete
de reducción —una suma considerable de cinco cifras. Y pocos días después de su reducción, ella recibió
llamadas de sus contactos en la industria, ofreciéndole puestos de trabajo, dos
de los cuales eran puestos de trabajo en corporaciones multinacionales bien conocidas
(CMN).
En ese
tiempo, ella todavía no había comenzado a buscar trabajo, así que las llamadas fueron
inesperadas, pero bienvenidas. Ella finalmente
optó por trabajar para una de las corporaciones multinacionales —un sueño hecho
realidad para ella— ¡con un salario que era 30 por ciento mayor que su salario
anterior! Cuando ella simplemente oró: “Abba Padre, yo confío en que Tú cuidas de
mí,” y descansó en Su amor y paz, ella fue bendecida abundantemente.
Amado,
debido a que Jesús es tu paz, tú eres bienaventurado en más de una manera. Tu alma va a prosperar. Tu salud va a prosperar. Tus finanzas van a prosperar. Tus seres queridos serán cuidados. Tus relaciones florecerán. Tú vas a disfrutar el favor de Dios. Todo porque tú tienes al Príncipe de Paz!
Pensamiento Del Día
Debido a que tiene paz con
Dios y la paz de Dios, ¡tú eres bendecido abundantemente!
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