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viernes, 2 de octubre de 2015

Dios Es Tu Abba, Padre

Gálatas 4:6
Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre!
¿Te habías dado cuenta antes de que Dios nunca fue conocido como “Padre” hasta que Jesús vino a la tierra, y lo reveló como tal?  En Su oración a Su Padre, Jesús dijo: “Yo les he dado a conocer Tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y Yo en ellos” (Juan 17:26).  ¿A qué nombre se refiere Jesús?  Era el nombre  “Padre.”  Si había algo en el corazón de Jesús, eso era introducir a Dios como “Padre” a nosotros.
En la Biblia, Jesús dijo: “Por tanto, no os preocupéis, diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿qué beberemos?’ o ‘¿con qué nos vestiremos?’…  Porque vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas” (Mateo 6:31-32).  Una vez, Él dijo: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?” (Mateo 7:11).
"Por lo tanto, no se preocupe, diciendo: '¿Qué comeremos?" O "¿Qué hemos de beber?" O "¿Qué vamos a llevar?" ... Vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas las cosas. "(Mateo 6: 31-32) Una vez, dijo," Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se lo pidan! "(Mateo 07:11)
Jesús quiere que tú siempre tengas esta imagen de Dios en tu mente —que Él es tu Abba, Padre.  ¿Por qué?  Porque Él quiere que tú sepas que no hay nada más importante o demasiado insignificante para el Padre cuando se trata de Sus hijos.
Imagina a un padre jugando con su hijo de cinco años de edad, cuando se fija en una astilla incrustada en el pulgar de su pequeño hijo.  El padre preocupado le pregunta: “¿Cuándo te conseguiste esto?”
 “Hace unos días,” responde el niño.
“¿Por qué no le dijiste a Papá sobre esto?”
“Pensé que estabas demasiado ocupado, y no debería molestarte.”
Si tú fueras aquel padre, ¿no te rompería el corazón el escuchar a tu hijo decirte esto?
Una astilla en el dedo pulgar puede ser una cosa pequeña, pero no hay nada demasiado pequeño cuando se trata de tu hijo, porque si algo le afecta a él, te afecta a ti también.  Ahora, no importa la edad que tengas hoy, tú sigues siendo un hijo de Dios, así que, no pienses que tu problema es demasiado pequeño para Dios.  Si es importante para ti, es importante también para tu Padre.  Amado, ¡siempre recuerda que Él es su Abba, Padre!
Pensamiento del Día

Si algo es importante para ti, es también importante para tu Abba, Padre!


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