Y después
de dar gracias, lo partió y dijo: “Esto es Mi cuerpo que es
partido para vosotros; haced esto en memoria de Mí.
1ª
Corintios 11:24
¿Alguna vez has visto de cerca el Matzá, el pan que los judíos comen
durante su cena de Pascua? Este pan, que
es sin levadura, es traspasado por hileras de pequeños hoyitos que forman
rayas. También es ligeramente
quemado. Muchas iglesias hoy en día
utilizan este pan para la Comunión de la Santa Cena.
¿Sabes por qué el pan es traspasado, marcado con rayas y quemado?
Mi amigo, el pan que tú sostienes en tus manos cuando participas de la
Cena del Señor, representa al cuerpo
de nuestro Señor Jesucristo cuando Él llevó nuestros pecados y nuestras
enfermedades en la cruz.
Así como el pan, Él fue traspasado
en Su frente por la corona de espinas, y en Sus manos y pies, por los
clavos. Él fue también traspasado en Su
costado por la lanza de un soldado. El
profeta Isaías dijo: “Él fue traspasado
por nuestras rebeliones…” (Isaías 53:5, NVI)
Así como el pan, Él fue herido en
Su espalda, hasta que Su carne estaba toda desgarrada y ensangrentada, y Sus
huesos estaban expuestos, para que hoy, tú puedas decir: “¡Por Sus heridas yo he sido sanado!” (Isaías 53:5)
¿Y qué pasa con las marcas de quemadura del pan? El fuego completo de la ira de Dios cayó sobre Jesús, quemando nuestros
pecados hasta convertirlos en cenizas, y al mismo tiempo, liberando la
fragancia de la ofrenda de Jesús. ¡Hoy,
nuestros pecados y maldades, no son sino cenizas, y tu Padre celestial ya no se recuerda de ellos! (Hebreos 8:12)
Así que, la próxima vez que participes del pan, durante la Comunión de
la Santa Cena, recuerda que Jesús fue
traspasado por tus pecados y herido por tu sanidad. ¡Él llevó el fuego del juicio de Dios, para
que tú nunca vuelvas a ser juzgado
por tus pecados! ¡Él también llevó tus
enfermedades y cargó tus dolores para que tú puedas caminar en salud divina!
Cuando tú comprendes estas preciosas verdades sobre el cuerpo del Señor,
tú estás participando de la Santa Cena de una manera digna. Y no vas a ser
débil, ni enfermizo, ni vas a morir antes de tu tiempo (1ª Corintios
27-30). No, ¡tú vas a ser fuerte y saludable, y vas a vivir una vida larga!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
Pensamiento Del Día
¡Jesús fue traspasado por tus pecados
y herido por tu sanidad para que tú puedas caminar en salud divina!
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