Por nada estéis afanosos; antes bien,
en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer
vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en
Cristo Jesús.
Filipenses
4:6-7
Paz no es la ausencia de
problemas en la vida. Es posible estar en medio de la mayor crisis
de tu vida y aún así experimentar
paz. Esa es la verdadera clase de paz
que Jesús da –paz que sobrepasa todo entendimiento. Naturalmente hablando, no hace mucho sentido
el que te sientas completamente relajado y en paz en medio de una situación
claramente estresante, ¡pero
sobrenaturalmente, tú puedes ser lleno con Su paz!
El mundo define la paz basado en lo que sucede en
el reino sensorial. Su noción de paz se
vería algo así: Un hombre descansando en una hamaca en una playa de arena
blanca, con suaves olas que recorren toda la costa. Se llama a esto paz –¡hasta que la realidad
golpea!
Amado, no puedes utilizar tu entorno externo para
influenciar permanente la agitación que sientes en tu interior. Solo
Jesús puede tocar lo que estás sintiendo en tu interior y cambiar esa agitación
en Su paz. No es al contrario. Con
Jesús, la transformación es siempre desde el interior hacia afuera, y no
desde el exterior hacia adentro. Así que,
cuando cambias tus preocupaciones a
oraciones, y buscas Su presencia y
favor, Él pone en tu corazón paz y
descanso, robustos y seguros. Vas a
encontrarte a ti mismo capaz de enfrentar cualquier problema sin preocupación
ni estrés, ¡independientemente de tus circunstancias y ambiente!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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