… El Señor es mi roca, mi
amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más
alto escondite! Él es mi protector y mi Salvador…
2o
Samuel 22:2-3, NVI
Cuando los israelitas eran esclavos en Egipto,
ellos dependían del Río Nilo, un recurso natural, para su provisión de
agua. Dependían de sus propias manos
para acarrear el agua desde el Nilo y no tenían que buscar a Dios por Su
provisión. Esta es una imagen del
esfuerzo propio de los hombres.
Por el contrario, en la tierra prometida de Canaán
que Dios había preparado para Su amado pueblo, no había Río Nilo del cual
depender. Así que ellos tuvieron que dirigir su mirada hacia arriba y depender totalmente
del Señor para que la bendición de la lluvia cayera en su tierra.
Amado, incluso si hoy estás trabajando
diligentemente en tu profesión, ¿en dónde está tu confianza? ¿Está en tu esfuerzo propio por proveer para
ti mismo, o estás dependiendo del Señor para que te bendiga, te de un aumento y
te promueva? Es tiempo de mirar hacia arriba, especialmente en estos tiempos de
agitación económica, cuando los “Nilo” del mundo se están secando. ¡Mira
hacia arriba, busca a Jesús por tu provisión!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
No hay comentarios:
Publicar un comentario