La paz os dejo, Mi paz os doy; Yo no
os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Juan
14:27
En el moderno y acelerado mundo en el
que vivimos, siempre hay cosas que hacer: Llevar a los niños a la escuela, hacer
llamadas de teléfono importantes, responder mensajes de correo electrónico del
trabajo, asistir a reuniones, preparar la cena, lavar la ropa, pagar las
cuentas... y la lista sigue.
Parece que tenemos tantas
responsabilidades que es realmente difícil no permitir que nuestros corazones
se preocupen por cualquiera de ellas.
¿Pero sabes lo que el Señor dice de todo esto? Él dice que nuestra única responsabilidad es guardar nuestro corazón, y Él se ocupará
del resto.
Medita en esto por un rato: Nuestra
única responsabilidad es guardar nuestros corazones y Dios guardará todo lo
demás. Nosotros guardamos nuestro corazón en el interior,
y todo lo que está en el exterior, Dios lo guardará. Así que, no
te preocupes por lo que está sucediendo en el exterior. Si tu paz y
tranquilidad dependen de que las cosas exteriores se resuelvan como tú
esperas, el diablo va a tener un día de campo contigo porque las cosas externas
están generalmente fuera de tu control.
Aprende
a guardar tu corazón de ser perturbado, y a dejar que Dios se encargue del
resto. Nota que Jesús dijo: “Que no se turbe vuestro corazón...” Así que tú
no debes dejar que tu corazón se turbe.
Nadie más puede hacerlo por ti. Medita en Sus promesas y Su amor por ti,
hasta que estos echen raíces en tu corazón.
Puede que esto requiera práctica, ¡pero mantente en esto y encontrarás
la paz interior y fortaleza para
enfrentar los retos de cada día y llegar a la cima!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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