Mas el ángel les dijo: No temáis,
porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el
pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es
Cristo el Señor.
Lucas
2:10-11
Medita en las primeras palabras del
cielo hacia el hombre en el inicio del Nuevo Testamento: No temas.
¡Que palabras de gracia tan
alentadoras, esperanzadoras y empoderadoras!
¿Y de qué fueron preludio estas preciosas palabras? De la proclamación de que Jesús vendría para ser nuestro Salvador.
Mi amigo, sea lo que sea que estés
enfrentando hoy, escucha la alentadora voz del cielo para ti: “No
temas.” No tengas miedo. No te desanimes. ¿Por qué? Porque Jesús es tu Salvador.
Él vino
para ser tu Salvador. Él no vino para ser tu juez, ni para
condenarte y castigarte. Él no vino como
un legislador para darte más leyes que cumplir.
No, Él vino para ser tu SALVADOR. Eso es
lo que Jesús es y quiere ser para ti.
Así que, ¿qué es lo que hace un
salvador? Si te estás hundiendo, ¿un salvador te condenaría por haber
caído al agua y se reiría de ti por no saber cómo nadar? ¿Acaso un
salvador te tiraría un libro de instrucciones sobre cómo nadar? ¡Por
supuesto que no! ¡Él saltaría directo al agua para salvarte, sin hacer preguntas!
Amado, cuando se trata de salvarte de
cualquier cosa que ponga temor en tu corazón, en todo el Universo, Jesús es quien mejor puede hacerlo.
Él no vino únicamente a salvarte del infierno simplemente para que puedas
entrar al cielo cuando pases de esta tierra. No, ¡Él quiere salvarte cada día
de todas las cosas y cada cosa de la que tú necesitas ser
salvado! Mira Su mano poderosa
extendida hacia ti, fortalecida por un corazón sin condenación, sino solamente amor por ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
¡Me encanta este mensaje, tan lleno de esperanza!
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