Inspiración De Gracia
Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía. Colosenses 1:17-18
¿Te has preguntado alguna vez por qué
Dios llamó a David “un hombre conforme a Mi
corazón” (Hechos 13:22)? ¿Qué lo
hizo tan especial, y cómo podemos nosotros ser también un hombre o una mujer
conforme al corazón de Dios?
Creo que David era especial porque él se ocupó de algo que
tenía la más grande importancia en el corazón de Dios. Él se ocupó de un pensamiento y un objetivo
divino en el corazón de Dios e hizo un voto a Dios en el desierto de devolver
el arca del pacto al lugar que le corresponde entre el pueblo de Dios en
Jerusalén. (Sal. 132:1-5) Debido a que
David le dio tanta importancia a traer de vuelta el arca, Dios lo consideró un
hombre conforme a Su propio corazón.
Durante más de veinte años, el rey Saúl había dejado el
arca en un lugar montañoso llamado Quiriat-jearim. (1 Sam. 7:2) Así que, David hizo su pasión el llevar el
arca al monte Sión en Jerusalén, porque el Señor había elegido a Sión (que
representa la gracia de Dios, a diferencia del monte Sinaí, que representa Su
ley), como Su morada. Dios Mismo dijo de
Sion: “Este es Mi lugar de reposo para siempre;
aquí habitaré, porque la he deseado.” (Sal. 132:14)
Cuando comprendes la tipología del arca del pacto, ves que
traer el arca del pacto a Jerusalén es lo mismo que traer a Jesucristo de
regreso a un lugar de prominencia y hacer que Él y Su obra terminada sean el centro
de toda nuestra enseñanza, nuestra predicación y nuestras vidas.
Este fue el secreto de las bendiciones de David. Él fue tras el arca del pacto y Dios lo llamó
un hombre conforme a Su propio corazón. Hoy,
tú también puedes ser un hombre o una mujer conforme al corazón de Dios. Puedes ir tras Jesús y traerlo de vuelta al
centro de tu vida. Haz de Jesús la pieza
central de cada aspecto de tu vida.
Cuando Gillian de Nueva Jersey y su esposo comenzaron a
hacer esto, eso no solo fortaleció su relación, sino que una bendición tras
otra llegó a sus vidas. Alrededor de la
temporada en la que ellos conocieron el evangelio de la gracia a través de mis
transmisiones de televisión, Gillian y su esposo estaban luchando por concebir,
luego de no tener hijos durante sus once años de vida matrimonial. Ellos habían intentado por todos los medios,
incluida la fertilización in vitro, y finalmente le dijeron a Gillian que entre
su sistema que estaba “tan desordenado” y su esposo que había sido diagnosticado
con un recuento bajo de espermatozoides, diabetes y otras enfermedades, ellos
nunca podrían tener un hijo.
“Pero te veíamos todas las mañanas,” me dijo Gillian, “y mientras
escuchábamos, obteníamos un mejor y mejor entendimiento de la gracia de Dios. Tus prédicas siempre nos enseñan a poner a
Jesús en el centro de nuestras vidas y así lo comenzamos a hacer. Comenzamos a creer que Jesús había pagado el
precio completo para que nosotros tengamos todo lo que necesitamos por medio de
Él. Lo veíamos a Él y Su obra terminada
en nuestra relación y en nuestras dificultades.”
Bueno, cuando Gillian le dio al Señor el lugar central,
prestando atención a escuchar Su Palabra, ella me escuchó hablar en una de las
prédicas sobre una unción para tener hijos. Ella compartió: “Al instante, yo lo creí y lo
recibí en mi espíritu. Pastor Prince,
ahora tengo seis semanas de embarazo. ¡Lo que la ciencia médica no pudo hacer, lo
hizo nuestro hermoso Salvador! ¡Alabado
sea el Señor! No solo eso, sino que Dios
también ha estado haciendo crecer mi negocio, de tal manera que ahora necesito
equipo nuevo y no tengo ninguna duda de que Él lo proveerá todo. Nosotros sabemos que verdaderamente somos los amados
de Dios.”
¡Qué testimonio tan asombroso! Amigo, como Gillian y su esposo, haz de Jesús,
Su obra terminada y Su gracia, el centro de todo en tu vida. ¡Conviértelo en el centro de tu matrimonio,
familia, carrera y finanzas, y permite que la plenitud de Sus bendiciones fluya
en tu vida hoy!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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