Inspiración De Gracia
¡El apóstol Pablo proclama que
Jesucristo ha resucitado de entre los muertos en las escrituras de hoy! Y porque Él ha resucitado, tú ya no estás más en
tus pecados. La resurrección de Jesús es
la prueba viviente de que todos tus pecados han sido total y completamente
perdonados.
Nuestro perdón no depende de nosotros ni de lo que hayamos
hecho o no, de modo que nadie puede jactarse de haber ganado su perdón por sus
propios esfuerzos. “Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no
de vosotros, sino que es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe”.
(Efesios 2:8–9)
Por medio de la fe en la obra terminada de Jesús en la cruz,
nosotros hemos recibido el regalo de la salvación. Cuando algo es un regalo, esto significa que tú
no puedes trabajar por ello, ganarlo ni merecerlo. El dador extiende un regalo sobre el
destinatario, y Jesús dio Su propia vida para rescatar la tuya.
Pero Pastor Prince, yo no merezco el perdón.
Tienes toda la razón. Nosotros merecíamos el castigo por todos los
pecados que hemos cometido y que cometeremos durante nuestra vida. Merecíamos la muerte, pero Jesús tomó esa
muerte por nosotros y nos dio vida eterna. Él tomó lo que nosotros merecíamos y nos dio
lo que no merecemos. Es por eso que
somos salvos por gracia —Su favor inmerecido, que no hemos ganado y del que no
somos dignos— por medio de la fe
Ahora, recuerda esto siempre: ¿Cómo fuiste salvado? Por
gracia por medio de la fe. ¿Cómo fueron
perdonados todos tus pecados? Por gracia por medio de la fe. ¿Cómo fuiste hecho justo? Por
gracia por medio de la fe. Este es tu
fundamento inquebrantable, construido sobre la obra terminada de Jesucristo.
No permitas que ninguna enseñanza disminuya la cruz de
Jesús en tu vida y haga de la salvación, el perdón y la justificación cosas por
las que tienes que trabajar a fin de mantenerlas y conservarlas. Tú recibiste salvación, perdón y justificación
por gracia por medio de la fe en la obra terminada de Jesús, y estos están
asegurados por Su obediencia al Padre en la cruz:
“Así pues, tal como por una transgresión resultó la
condenación de todos los hombres, así también por un acto de
justicia resultó la justificación de vida para todos los
hombres. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos
fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los
muchos serán constituidos justos.”
—Romanos 5:18–19
La justicia no se trata de hacer correctamente. La justicia se trata de creer correctamente. Tú eres hecho justo a los ojos de Dios cuando crees o pones tu fe en Cristo y Su sacrificio por ti. Es a través de la obediencia de Jesús que nosotros hemos sido hechos justos y justificados de todos nuestros pecados. La justificación es nuestro Señor Jesús quitando toda la culpa y el castigo del pecado, y proclamando que hemos sido hechos justos por Su sangre derramada.
Amado, cuando seas golpeado por la voz de acusación y
condenación a causa de tus faltas, cree y aprende a declarar que tú eres salvado,
perdonado y hecho justo (justificado) por gracia por medio de la fe en Cristo. Verás Su favor, sabiduría, poder y todos los
beneficios de Su obra terminada liberados en tu situación, para cambiarla por
completo, para Su gloria.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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