Medita Y Cree Correctamente
Como cera se derritieron los montes ante la presencia del Señor, ante la presencia del Señor de toda la tierra. Salmos 97:5
Sin importar dónde te
encuentres, el Señor está contigo. Incluso
en medio de tus temores, mientras estás solo en tu habitación, Él está allí contigo.
En el momento en que tú comienzas a ser
consciente de Su presencia y a cultivar Su presencia, todos tus temores,
ansiedades y preocupaciones se derretirán como mantequilla en un día caluroso,
o como dice el salmista David: “Como cera
se derritieron los montes ante la presencia del Señor.”
Tú no puedes mentalizarte para dejar el temor,
ni puedes mentalizarte para dejar la preocupación. No puedes simplemente decirte a ti mismo: “Vamos,
deja de preocuparte. No hay nada por lo
que debas preocuparte.” Eso simplemente
no funciona. La deuda seguirá mirándote
a la cara y tus problemas seguirán siendo tan insuperables como siempre, sin
importar cuánto trates de mentalizarte. Eso es lo que el mundo está tratando de hacer,
pero no funciona. Se necesita la
presencia del Señor para mantenerte libre de preocupaciones.
Jesús no te está pidiendo que te mentalices y
vivas en un estado de negación. ¡De ninguna
manera! Él te está diciendo: “En medio
de tu aflicción, Yo Soy tu escudo. Yo Soy
tu defensor. Yo Soy tu fortaleza. Yo Soy tu refugio. Yo Soy tu provisión. Yo Soy tu sanidad. Yo Soy tu proveedor. Yo Soy tu paz. Yo Soy tu alegría. Yo Soy tu sabiduría. Yo Soy tu fuerza. ¡Yo Soy tu gloria y el que levanta tu cabeza!”
(Salmos 3:3) ¡Amén! Él no te está pidiendo que finjas que los hechos
no están allí. Él quiere que te des
cuenta de que ¡ÉL ESTÁ ALLÍ CONTIGO!
Cuando tú sabes que Él está contigo y está a
tu favor, y pones tus problemas en Sus poderosas manos, comienzas a tener una estimación
más precisa de cuán “grandes” son sus problemas. Cuando estaban en tus manos, el peso y la
carga de tus problemas pueden haberte aplastado. ¡Pero cuando tú involucras a Jesús, los
problemas que alguna vez fueron monumentales, se vuelven microscópicos
comparados con la grandeza de Su amor y bondad hacia ti!
Hoy, mientras consideras todo lo que tú necesitas
hacer y las expectativas puestas en ti, mira a Jesús allí contigo. Él es tu provisión, tu sabiduría, tu paz y tu fortaleza.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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