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lunes, 1 de febrero de 2021

Tus Temores Y Ansiedades Se Disipan En La Presencia Del Señor

 Medita Y Cree Correctamente


Como cera se derritieron los montes ante la presencia del Señor, ante la presencia del Señor de toda la tierra.  Salmos 97:5

Sin importar dónde te encuentres, el Señor está contigo.  Incluso en medio de tus temores, mientras estás solo en tu habitación, Él está allí contigo.  En el momento en que tú comienzas a ser consciente de Su presencia y a cultivar Su presencia, todos tus temores, ansiedades y preocupaciones se derretirán como mantequilla en un día caluroso, o como dice el salmista David: “Como cera se derritieron los montes ante la presencia del Señor.”

Tú no puedes mentalizarte para dejar el temor, ni puedes mentalizarte para dejar la preocupación.  No puedes simplemente decirte a ti mismo: “Vamos, deja de preocuparte.  No hay nada por lo que debas preocuparte.”  Eso simplemente no funciona.  La deuda seguirá mirándote a la cara y tus problemas seguirán siendo tan insuperables como siempre, sin importar cuánto trates de mentalizarte.  Eso es lo que el mundo está tratando de hacer, pero no funciona.  Se necesita la presencia del Señor para mantenerte libre de preocupaciones.

Jesús no te está pidiendo que te mentalices y vivas en un estado de negación.  ¡De ninguna manera!  Él te está diciendo: “En medio de tu aflicción, Yo Soy tu escudo.  Yo Soy tu defensor.  Yo Soy tu fortaleza.  Yo Soy tu refugio.  Yo Soy tu provisión.  Yo Soy tu sanidad.  Yo Soy tu proveedor.  Yo Soy tu paz.  Yo Soy tu alegría.  Yo Soy tu sabiduría. Yo Soy tu fuerza.  ¡Yo Soy tu gloria y el que levanta tu cabeza!” (Salmos 3:3)  ¡Amén!  Él no te está pidiendo que finjas que los hechos no están allí.  Él quiere que te des cuenta de que ¡ÉL ESTÁ ALLÍ CONTIGO!

Cuando tú sabes que Él está contigo y está a tu favor, y pones tus problemas en Sus poderosas manos, comienzas a tener una estimación más precisa de cuán “grandes” son sus problemas.  Cuando estaban en tus manos, el peso y la carga de tus problemas pueden haberte aplastado.  ¡Pero cuando tú involucras a Jesús, los problemas que alguna vez fueron monumentales, se vuelven microscópicos comparados con la grandeza de Su amor y bondad hacia ti!

Hoy, mientras consideras todo lo que tú necesitas hacer y las expectativas puestas en ti, mira a Jesús allí contigo.  Él es tu provisión, tu sabiduría, tu paz y tu fortaleza.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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