Medita Y Cree Correctamente
Y Josafat tuvo miedo y se dispuso a buscar al Señor, y proclamó ayuno en todo Judá. Y se reunió Judá para buscar ayuda del Señor; aun de todas las ciudades de Judá vinieron para buscar al Señor. 2 Crónicas 20:3-4
¿Has estado en una
situación en la que tus circunstancias parecen ser completamente irremediables? ¿En dónde te sentiste inmovilizado y abrumado
por las dificultades que te rodean, sin salida o incluso sin la posibilidad un
respiro temporal a la vista? Quizás bajo
el peso acumulado de todas las cosas viniendo juntas contra ti, sientes como si
toda tu vida estuviera fuera de control y se desmoronara.
Eso es exactamente lo que le sucedió al rey
Josafat y la pequeña tribu de Judá cuando fueron sitiados en todos los frentes
por tres ejércitos poderosos y sedientos de sangre que avanzaban rápidamente
hacia Jerusalén. (Ver 2 Crónicas 20) Con
sus enemigos empeñados sin piedad en aniquilarlos a ellos y a todos los
habitantes de Jerusalén, se enfrentaban a una situación desesperada e
irremediable, y parecía que estaban destinados a un final trágico.
Cuando se le informó a Josafat que una gran
multitud venía contra él, ¡su primera reacción fue sentir miedo! No sé ustedes, ¡pero esto me da esperanza! Me gusta mucho que la Palabra de Dios nos dé
un retrato auténtico de quién era Josafat. Él no era un rey guerrero valiente que siempre
estaba lleno de fe y dotado de una dosis desproporcionada de coraje ardiente,
siempre dispuesto a derrotar a sus enemigos. No, él era un hombre normal. Hizo lo que tú y yo hubiéramos hecho —él entró
en pánico.
Pero lo que distingue a Josafat es que,
incluso teniendo miedo, lo primero que hizo fue: “se dispuso a buscar al Señor.” (2 Crón. 20:3) Eso es algo que tú y yo debemos aprender a
hacer también, siempre que tengamos
miedo. En lugar de caer más y más profundo
en el abismo de la derrota personal, recuerda que cuando se estés sintiendo
abrumado por tus circunstancias, ese es el momento en que debes dedicarte a
buscar al Señor. Ciertamente no es el momento
de huir de Dios o amargarte, enojarte, frustrarte y decepcionarte de Él. Dios no es el autor de tus problemas. Él es el autor y consumador
Josafat nos muestra que está bien experimentar
ataques de miedo de vez en cuando. Dios
no te condena cuando tienes miedo. Pero
cuando recibas un diagnóstico médico malo o alguna mala noticia sobre tu
familia o negocio, proponte buscar al Señor. ¡Jesús es tu respuesta! Su perfecto amor por ti echará fuera todo
temor.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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