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martes, 5 de enero de 2021

No Es Por Accidente O Coincidencia

 Medita Y Cree Correctamente


… y aconteció que fue a la parte del campo que pertenecía a Booz.  Rut 2:3

Me gusta cómo la versión King James de la Biblia traduce Rut 2:3: “¡y aconteció por ventura, que la suerte del campo era de Booz.”  La palabra hebrea para “encontrarse” y “acontecer” es qarah.  Y la palabra hebrea para “suerte” y “ventura” es miqreh, que proviene de la palabra qarah.  Por cierto, la palabra feliz proviene de la
antigua palabra inglesa “ventura,” de manera que cuando los sucesos suceden de la manera que tú quieres que sucedan, ¡estás feliz!

No sé cuántas veces he escuchado testimonios de personas que resultó que se encontraron con un viejo amigo necesitado y pudieron ministrar al amigo, o que resultó que sus planes originales se retrasaron o cambiaron y debido a eso, fueron protegidos del peligro.  Amigo, ninguna de esas cosas sucedió por accidente o coincidencia.  Fue el Señor dándoles eth y qarah —¡poniéndolos en el lugar correcto en el momento correcto!

Esto está reflejado en el reporte de alabanza de Sandy, que vive en Singapur.

“Antes de conducir, yo siempre procuro orar por protección.  El 31 de marzo, oré como de costumbre antes de empezar a conducir hacia la ciudad.”

“Quedé atrapada en el tráfico denso y los coches avanzaban lentamente hacia un cruce de tráfico importante.  Como muchos automovilistas, me impacienté y me decepcioné cuando el semáforo se puso rojo justo cuando me estaba acercando al cruce.  Luego, escuché un sonido extraño de algo rompiéndose y quedé impactada cuando un viejo y enorme árbol cayó y golpeó el techo del automóvil justo en frente de mí, creando una gran abolladura en el techo y rompiendo el parabrisas trasero.”

“Por la gracia de Dios, el conductor del automóvil salió ileso.  No hace falta decir que yo estaba muy agradecida con Dios cuando me di cuenta que Él me había colocado en el lugar correcto en el momento correcto para que no me lastimara.”

“Estoy muy agradecida con Jesús por Su protección divina.  Sin Sus alas de protección sobre mí, es posible que yo ni siquiera estuviera viva hoy.  ¡Gracias, Jesús!”

Incluso con algo tan mundano como conducir en la carretera,  algo que muchos de nosotros hacemos todos los días, necesitamos ser intencionales en orar por la protección del Señor.  No pongamos nuestra confianza en nuestras rutinas diarias, nuestras habilidades o nuestras capacidades limitadas, para prever el peligro.  Nuestra confianza debe estar en la protección del Señor.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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