Medita Y Cree Correctamente
En el
amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el
temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. 1 Juan 4:18
El temor es una
esclavitud destructiva. El temor te
paraliza y te impide cumplir el destino maravilloso que Dios tiene para ti. El temor te hace sentir inadecuado e inseguro,
y viene con efectos secundarios poco saludables que van desde ataques de pánico
hasta trastornos del sueño. El temor es
irracional. El temor es una condición
espiritual, por lo tanto no puedes echar fuera de ti el temor con base en la
razón. No puedes simplemente decirle a
alguien que está luchando con el temor y es presa de ataques de pánico que deje
de sentir temor. Una condición
espiritual no puede remediarse de manera natural. El temor sólo puede ser erradicado mediante un
encuentro personal con la persona de Jesús.
Amado, si lo que acabo de describir sobre el
temor te resulta demasiado familiar,
quiero que sepas que no es la intención del corazón de tu Padre celestial que tú
vivas atormentado por el temor. No hay temor
en el amor de Dios. Su perfecto amor
expulsa todos los temores.
No sé si alguna vez has experimentado el amor
de Dios, pero mi deseo es que HOY tú recibas una revelación de Su amor por ti
de una manera profunda y personal. Y
mientras Su amor inunda tu corazón, oro para que todo temor que te ha tenido atado
sea echado fuera de tu vida para siempre.
Juan 3:16 nos dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito,
para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Oh, que claramente este versículo proclama que
Dios te ama TANTO. Y si tú supieras
cuánto Él estima y atesora a Su amado Hijo, podrías vislumbrar lo mucho que Él
te ama, porque Él entregó a Su Hijo por ti. Es por eso que yo predico y escribo sobre el
evangelio de la gracia. El evangelio de
la gracia se trata completamente de revelar el amor perfecto de Dios —un amor
cuya longitud, profundidad y altura fueron demostradas en la cruz. Un amor que entregó al Hijo de Dios como
sacrificio. Un amor que cargó con tus
pecados y los míos, para que podamos recibir Su vida eterna y vivir libres de toda
esclavitud.
Amigo, cuanto más sumerjas y ancles tu corazón
en el amor perfecto e incondicional de Dios por ti, ¡más control perderá el
temor en tu vida!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
Amén Amén y Amén
ResponderEliminarBello
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