Medita Y Cree Correctamente
Por tanto, Hebrón vino a ser hasta hoy heredad de Caleb, hijo de Jefone cenezeo, porque siguió plenamente al Señor, Dios de Israel. Josué 14:14
¿En qué están fijos tus
ojos hoy? ¿Están enfocados en la oscuridad
que hay en el mundo? ¿O están fijos en
las promesas del Señor para tu vida? Mi
principal intención en estos párrafos es apartar tus ojos de la destrucción que
ves todos los días y volverlos a nuestro hermoso Señor Jesús.
¿Sabes cuál era el secreto de Caleb para una
larga vida? El pasaje anterior nos dice
que este se encontraba en simplemente seguir al Señor. Hebrón era el nombre de una de las ciudades
de refugio. En hebreo, “Hebrón”
significa compañerismo o asociación. Esto
habla de intimidad, cercanía y conexión con el Señor.
No existe una fórmula para prolongar la vida. Se trata de tener una relación íntima con
Jesús. Nuestro Señor Jesús es el camino,
la verdad y la vida. Él vino para que nosotros
tengamos vida y que la tengamos en abundancia.
Sigue a Jesús y encuentra el camino hacia una vida larga y abundante. No olvides que todo lo que Caleb experimentó era
bajo el antiguo pacto. Su renovación de
juventud, y su fuerza y vigor
incesantes él los experimentó bajo el antiguo pacto. ¡Cuánto más deberíamos estar experimentando nosotros esta renovación de
juventud, energía ilimitada y largura de días, bajo el nuevo pacto de gracia
que se establece sobre mejores promesas! (Ver Heb. 8:6) ¡Amén!
En un salmo que escribió Moisés, dice: “Los días de nuestra vida llegan a setenta
años; y en caso de mayor vigor, a ochenta años…” (Sal. 90:10) Algunas personas han usado esto para enseñar
que nuestra esperanza de vida es, por lo tanto, entre setenta y ochenta años. Pero es importante que nosotros interpretemos
este salmo en el contexto del pueblo de Israel en el desierto y bajo la ira de
Dios. También hemos visto que incluso
bajo el antiguo pacto, Caleb trascendió esta esperanza de vida y todavía estaba
fuerte a los ochenta y cinco años.
Así que, querido lector —tú que estás bajo el
nuevo pacto— te animo a que apuntes alto. No te conformes con vivir hasta los setenta u
ochenta años, cuando Dios ha prometido: “Lo saciaré de larga vida, y le haré ver
Mi salvación.” (Sal. 91:16) Tu
satisfacción es el límite y conforme a tu fe, así te sea hecho. Oro para que mientras permanezcas cerca de
nuestro Señor Jesús, tú vivas una larga vida, vivas fuerte y vivas bajo la
cubierta protectora de Sus alas.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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