Inspiración De Gracia
En
aquel día levantaré el tabernáculo caído de David, repararé sus brechas,
levantaré sus ruinas, y lo reedificaré como en tiempo pasado. Amós 9:11
El pasaje profético anterior habla
sobre nuestro tiempo. La característica
interesante del tabernáculo de David en contraste con el tabernáculo de Moisés
es que éste no tenía un velo que separara al hombre de Dios. David podía ir directamente a adorar al Señor
ante el arca del pacto.
Cuando nuestro Señor Jesús murió en la cruz y clamó: “¡Consumado es!” (Juan 19:30), la Biblia
nos dice que en ese preciso momento “el
velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo” (Mateo 27:51), ¡abriendo
el camino al Lugar Santísimo! Por medio de Cristo, ya no hay separación entre Dios y
el hombre. Todo aquel que cree en Jesús no perecerá jamás. ¡Aleluya!
Tabernáculo de David: David y
los sacerdotes
podían alabar a Dios abiertamente
ante el arca del
pacto.
¿No es maravilloso saber que cuando tú estás en Cristo,
todos tus pecados son perdonados, y que puedes acercarte confiadamente a Su
trono de gracia para adorarlo? Dios ha
levantado el tabernáculo de David con una nueva generación de adoradores que no
tienen miedo de Dios y no tienen miedo de acercarse a Él y recibir Su promesa
de protección divina. Ninguno de
nosotros podrá jamás hacer lo suficiente para merecer la protección de Dios,
pero alabado sea Dios, ¡todos hemos sido
calificados por la sangre de Jesucristo!
En la noche de la primera Pascua, cuando los hijos de
Israel aplicaron la sangre de un cordero inocente en los dinteles de sus
puertas, Dios les dijo: “Y la sangre os
será por señal en las casas donde estéis; y cuando Yo vea la sangre pasaré
sobre vosotros, y ninguna plaga vendrá sobre vosotros para destruiros cuando Yo
hiera la tierra de Egipto.” (Éxodo 12:13)
Jesús se convirtió en ese cordero inocente que fue sacrificado por
nosotros cuando Él derramó Su sangre y murió en la cruz.
Hoy, como creyentes en Cristo, Su sangre nos protege. Estoy creyendo contigo que todo mal, toda
destrucción y todo peligro pasarán sobre ti y no se acercarán ni ti ni a tu
familia. Acerquémonos confiadamente a
adorar a nuestro Señor en el tabernáculo de David donde no hay velo. Acércate confiadamente bajo Sus alas y adora
al Señor diariamente con la Oración de Protección. Su
preciosa sangre ha sido derramada en el propiciatorio para nuestra total
redención, protección y salvación.
El Salmo 91 fue escrito para la adoración. Acércate confiadamente a la presencia de
nuestro Señor todos los días y ora la Oración de Protección. No hay velo, ni fracaso, ni vergüenza que te
separe de Dios hoy debido a la obra terminada de nuestro Señor en el Calvario. ¡Ven ante tu Padre celestial, adóralo y recibe
Su protección para ti y toda tu casa!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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