Inspiración De Gracia
Venid,
adoremos y postrémonos; doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios, y nosotros el
pueblo de Su prado y las ovejas de Su mano. Salmos 95:6-7
Estoy seguro que has escuchado muchas
enseñanzas sobre el temor al Señor. Yo creo
en un honor reverente al Señor. Pero no
estoy a favor de ningún tipo de enseñanza que promueva esta idea de que Dios
quiere que le tengas miedo.
En cambio, Dios se deleita en tenernos cerca de Él. Él nos da la bienvenida para que habitemos bajo
Su abrigo, para que estemos tan cerca de Él que quedemos bajo Su sombra.
Estas son todas imágenes de intimidad. En cualquier
relación, el temor y la intimidad no pueden coexistir. Si tú temes a Dios hoy, entonces no podrás
creer en Su protección. Es por eso que es
tan importante que seas fuerte y estés firme en Su gracia.
El autor del libro de Hebreos dice: “Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que
recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.” (Hebreos
4:16) Esta es una imagen del arca del
pacto, el trono de la gracia de Dios.
Debido a que la sangre de nuestro Señor ha sido derramada
en el propiciatorio, hoy nosotros podemos acercarnos
confiadamente a Su presencia sin ningún sentimiento de inferioridad o
vergüenza, y recibir Su favor, Su provisión, Su protección y Su ayuda en
nuestros momentos de necesidad.
Jesús definió el temor al Señor como la adoración al Señor. En la
tentación del desierto, Jesús le respondió al diablo diciéndole: “¡Vete, Satanás! Porque escrito está: «Al Señor tu Dios adorarás, y solo a Él servirás.»”
(Mateo 4:8–10) Nuestro Señor estaba
citando Deuteronomio 6:13, que dice: “Temerás
solo al Señor tu Dios; y a Él
adorarás…” Nuestro Señor sustituyó
la palabra “temor” con la palabra “adoración”.
Jesús nos estaba mostrando cómo entender con precisión el
temor al Señor. En el nuevo pacto, esto no
tiene nada que ver con tenerle miedo al Señor; pero tiene todo que ver con venir a Su presencia con confianza y
adorarlo.
Deja de vivir con miedo, amigo. En cambio, sigue a nuestro Señor completamente
como lo hizo Caleb y adora Su maravilloso nombre. La Oración de Protección, el Salmo 91 es un
salmo de adoración.
Cuando tú adoras a Jesús, todos tus temores se desvanecen.
Cuando lo adoras, el Ángel del Señor
acampa a tu alrededor como un escudo de protección. ¡Cuando tú adoras a tu Salvador, Su Espíritu
de sabiduría y consejo te guían y te dirigen con ríos de paz!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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